lunes, 29 de marzo de 2010

LENIN, MARIÁTEGUI Y EL PARTIDO DE MASAS

El debate en el seno del sector mas avanzado del movimiento socialista peruano se va centrando mas en el tema de LA ORGANIZACIÓN, como evidencian las series de artículos publicados por Ramón García y Eduardo Ibarra, los artículos publicados últimamente por Miguel Aragón y Edgar Bolaños, así como las Mesas Redondas realizadas recientemente por el Movimiento “José María Arguedas” y Todas Las Voces y el Movimiento Político Inkari-Lima y el Movimiento Político Antiimperialista (MAP).

Resulta característico de este debate, que se manifiesta como la recuperación o rescate creciente de las tesis revolucionarias originales de J.C. Mariategui (tanto tiempo postergadas, tergiversadas o suplantadas) , y el abandono paulatino de la copia mecánica de la experiencia revolucionaria de realidades histórico-concretas distintas a la nuestra, principalmente la china.


QUE NO HACER CON EL “¿QUE HACER?”

Forma parte de esta última manifestación la necesaria “desacralizació n” de la teoría del Partido de Cuadros, magistralmente resumida por V.I.I.Lenin en el “¿Qué Hacer?”, la misma que desde hace mucho viene siendo mal interpretada como “concepción leninista del partido proletario” de “valor universal” que “está vigente” (1), como teoría del Partido proletario aplicable a toda circunstancia histórica-concreta. Esta pésima herencia, producto de nuestra histórica insuficiente asimilación del socialismo revolucionario tras la muerte de Mariátegui, nos hizo olvidar que en dicha obra Lenin no se planteó como tarea un concepto suprahistórico de Partido o modelo para cualquier país y cualquier momento, que no se trataba de una forma organizativa general surgida de un manual de sociología con pretensiones de universalidad y eternidad. Que era estrictamente ¿Qué hacer?… frente a la autocracia zarista de 1902, la más feroz y atrasada de la Europa de entonces. ¿Cómo adecuar la táctica a las circunstancias imperantes y construir un instrumento político adecuado para luchar contra dicha autocracia?.

Fue el propio Lenin el primero en hacer esta precisión, señalando en el Prólogo a la recopilación “En doce años”, de 1907, que :

“El error principal de los que hoy polemizan con “¿Qué hacer?” consiste en que desligan por completo esta obra de una situación histórica determinada, de un periodo concreto del desarrollo de nuestro Partido que ha pasado hace mucho”…, añadiendo :

“En un país autocrático en general, en las condiciones que fueron creadas por toda la historia del movimiento revolucionario ruso en particular, el Partido Obrero Socialista no podía desarrollarse de otro modo que sobre la base de los círculos. Los círculos, es decir las agrupaciones de muy reducido número de personas, agrupaciones estrechas, cerradas y casi siempre basadas en la amistad personal, fueron una etapa necesaria en el desarrollo del socialismo y del movimiento obrero en Rusia. A medida que crecía este movimiento, se planteó la tarea de agrupar los círculos, de crear un sólido vínculo entre ellos y de establecer la continuidad. No se podía cumplir esta tarea sin crear una fuerte base de operaciones “inaccesible” a la autocracia”,…(2).

Esto explica que el hecho que un Partido sea “de cuadros” o “de masas” es determinado por una situación política concreta que tiene que ver con el régimen que gobierna y con la correlación de fuerzas dada. De ahí que la organización clandestina “de cuadros” selectos del POSDR de 1902 fuese superada en 1905, con la relativa libertad conquistada y con el ascenso del movimiento obrero desarrollando una forma legal y mas abierta.

Esto es corroborado por Adolfo Sánchez Vásquez, quien precisa que el “Partido de Cuadros” es :

“una teoría que responde a un objetivo práctico inmediato: crear el Partido en unas condiciones históricas concretas. Estas son las de Rusia Zarista con su régimen autocrático que niega las mas mínimas libertades democráticas, cerrando todos los caminos de la lucha legal. No se puede entender la teoría leninista del Partido si se hace abstracción de las condiciones de lucha bajo un implacable sistema represivo. Quedaba excluida por supuesto, la posibilidad de organizar un Partido legal, de masas, al estilo del Partido Socialdemócrata Alemán” (3).

MODELO ORGANIZATIVO Y COMPOSICIÒN SOCIAL DEL PARTIDO

A diferencia del Bureau Sudamericano de la Internacional Comunista, que pretendió homologar las condiciones de América Latina a las de la China de 1935, la concepción de J.C. Mariátegui, para el Perú de entonces era la de un Partido de Masas, tal y como lo expresara a Moisés Arroyo Posadas, en carta del 30/07/1929 :

“Todos los elementos responsables y autorizados de nuestra tendencia ideológica, están con nosotros, en el trabajo de dar vida a una agrupación definida, realista, de masas”, y reiterara mas tarde a César Vallejo, en carta del 14/10/1929:

“No cejaré en el empeño de dar vida a un Partido de Masas y de ideas, el primer gran Partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana”.

Un Partido que dispusiese de una “sólida masa popular”, como el Partido Popular Italiano (4).

Esta forma organizativa sería condenada por el Bureau Sudamericano de la Internacional Comunista, tanto en el curso de la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, de Junio de 1929, en Buenos Aires, como en la carta cursada por éste “a los compañeros comunistas del Perú” .

En ésta señalan que :

“Vuestros delegados a la Conferencia de Buenos Aires, nos comunicaron vuestra intención de organizar un Partido “Socialista” en el Perú, Partido de Masas, con existencia legal”…”que sería el instrumento legal en el seno de las masas obreras y campesinas”, y que :

“Crear un Partido “Socialista” que tendría una base más amplia que el Partido Comunista, que estarla abierto no solamente a los obreros más también a ciertas capas de la pequeño burguesía”…”es en el fondo volver por un rodeo y bajo otra etiqueta al aprismo, a un Partido de varias clases,”…(5).

Esta alusión a un Partido Socialista que estaría abierto también “a ciertas capas de la pequeña burguesía”, y en consecuencia alusión a un Partido “de varias clases”, está indudablemente dirigida al hecho de que, Mariátegui considera que “De acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú, el Comité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas”, lo cual implica que no se trata del “proletariado del campo” ni de un campesinado pequeño propietario individual como el europeo (que aspira a la propiedad individual de la tierra) sino de un campesinado, principalmente indígena (que defiende la propiedad colectiva comunal de la tierra) con ancestrales hábitos y formas de cooperación, asociación y solidaridad, colectivos.

DEL TRABAJO O MINKA: ¿POR QUÈ NO?

En algún momento y lugar hemos comentado que esto último implicaba que el Partido Socialista del Perú, fundado por el J.C. Mariátegui, constituía, por su composición social, propiamente un Partido de Trabajadores o del Trabajo, como el de Vietnam o el de Corea o el de Albania, y a este respecto, Enver Hoxha, el histórico Secretario General del Partido del Trabajo de Albania (antes Partido Comunista de Albania) relata en sus recuerdos “Con Stalin” (“Avec Staline”, en el original en francés), que en su primer reencuentro con J.V. Stalin, Julio de 1947, él le describió a grandes rasgos la estructural social de clase de su Partido y le explicó que esta estructura correspondía fielmente a la estructura social misma del pueblo albanes, señalándole que esa era la razón por la cual actualmente, los comunistas provenientes de capas del campesinado constituían la mayoría en las filas de su Partido, y que en ese sentido, la política de su Partido consistía en acrecentar mas y mas, paralelamente al crecimiento de la clase obrera, el número de sus miembros obreros, y que fue el propio Stalin, quien le dio amigablemente una serie de consejos útiles para el futuro del Partido Albanes, “entre otros, la sugerencia que nuestro Partido Comunista tomase el nombre de “Partido del Trabajo de Albania”, por sus miembros de origen campesino y representar éstos a la mayoría” (6).

Razonando en torno a la razón del nombre del Partido del Trabajo (Puna, en albanès) de Albania, no resulta tan extraño que J.C. Mariátegui titulase “Labor” (sinónimo de trabajo) a su periódico político de masas, y que el compañero Ramón García proponga (es su derecho), MINGA (me parece que MINKA se ajusta mas a la traducción exacta al español), es decir TRABAJO COLECTIVO, como titulo de la organización que generen los socialistas peruanos, como Frente Unido o como Organización partidaria. Ello no debe llamarnos a alarma o parecernos “sacrilegio”, recordando que Mariátegui era totalmente ajeno a la “partidolatria” o “fetichismo del Partido”, pues consideraba que los Partidos no eran eternos, sino que debían responder “a una necesidad o una aspiración transitoria como todas las necesidades y aspiraciones”(7), eran simplemente herramienta o instrumento.

Por último, y aunque no es el objeto de este artículo discutir sobre el nombre original que diese J.C. Mariátegui al Partido del proletariado peruano sino mas bien sobre el modelo organizativo y composición social que éste le diese, no quiero dejar de mencionar el error, indiscutiblemente involuntario en que incurre uno de ellos, al pretender justificar que el nombre de Partido Socialista, dado por Mariátegui al Partido del proletariado peruano, lo fue por razones de índole estrictamente táctica (tesis que curiosamente comparte con Jorge del Prado), señalando que: “Mariátegui tuvo la prudencia de sostener el nombre de Partido Socialista en un justo argumento político contingente, que preciso con estas palabras…: “De acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú, el Comité concurrirá a la constitución de un partido socialista”, acusando, en mérito a ello, al compañero Ramón García de “tergiversació n de Mariátegui en punto a las razones del nombre fundacional del partido del proletariado peruano y, por esta vía, la negación de la tesis de Engels y Lenin sobre el nombre científicamente exacto del partido proletario” (9).

Si analizamos cuidadosamente el texto de Mariátegui citado para pretender justificar las “razones tácticas” por las cuales supuestamente Mariátegui nombró como SOCIALISTA al Partido, encontramos que este es un fragmento del numeral 3 del Acta de constitución del Partido Socialista del Perú, que dice textualmente :

“3.- La lucha política exige la creación de un partido de clase, en cuya formación y orientación se esforzará tenazmente por hacer prevalecer sus puntos de vista revolucionarios clasistas. De acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú, el Comité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas” (10).

Una lectura atenta de este numeral del Acta, da cuenta de que en el se reconoce la necesidad de la creación de un Partido “de clase”, pero que, de “acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú”, concurrirá a la constitución de un Partido “basado en las masas obreras y campesinas organizadas”. Es decir que las condiciones concretas actuales del Perú requerían no de un Partido de clase sino de uno basado en las masas obreras y campesinas, lo que acredita que éstas condiciones concretas, a que hace referencia Mariátegui en este párrafo, no son justificatorias del nombre SOCIALISTA para el Partido sino simplemente de su composición social, lo que no se apreciaba correctamente por la cita mutilada o fragmentada del texto de Mariàtegui.

Por el contrario, la sustentación de la real razón del nombre de SOCIALISTA, dado al Partido por Mariátegui, está en que éste consideraba que :

“En Europa, la degeneración parlamentaria y reformista del socialismo ha impuesto, después de la guerra, designaciones específicas. En los pueblos donde ese fenómeno no se ha producido, porque el socialismo aparece recién en su proceso histórico, la vieja y grande palabra conserva intacta su grandeza. La guardará también mañana, cuando las necesidades contingentes y convencionales de demarcación que hoy distinguen practicas y métodos, hayan desaparecido”, añadiendo “Capitalismo o socialismo. Este es el problema de nuestra época. No nos anticipemos a las síntesis, a las transacciones, que sólo pueden operarse en la historia” (11).

Es decir, las razones de Mariátegui estaban fundadas en el hecho de que el socialismo aparecía recién en el proceso histórico de América, y en consecuencia esta vieja y grande palabra conservaba intacta su grandeza perdida por la degeneración parlamentaria y reformista en Europa y en el hecho de que “Capitalismo o Socialismo” era el problema de la época.

Gustavo Pérez Hinojosa
28/03/10
NOTAS :

(1) Ver “El Partido de Masas de Mariátegui” de Eduardo Ibarra, 16/05/08, numeral II, página 9, primer párrafo.
(2) Tomo XIII (Junio 1907-Abril 1908). V.I.Lenin. Obras Completas (Editorial AKAL).
(3) Adolfo Sánchez Vásquez. “Filosofía de la Praxis”. Editorial Grijalbo, Pags. 200 y 201.
(4) J.C. Mariátegui. “El Partido Popular Italiano”, 28/03/1920, en “Cartas de Italia”.
(5) Carta del Secretariado Ejecutivo del Comité Ejecutivo de la I.C. a los compañeros comunistas del Perú. En “La Correspondencia Sudamericana” , 2da Época, Nº 25, Mayo 1930, Pags.18-24.
(6) Enver Hoxha. “Avec Staline”, Souvenirs, Editions “8 Nêntori”, Tirana, décembre 1979, pag.64.
(7) J.C. Mariátegui. “La reorganizació n de los grupos políticos”, en “Nuestra época”, Julio de 1918.
(8) Ver Eduardo Ibarra “Acerca de la Propuesta de un Partido Minga”, 01/02/10, pags 1 y 6.
(9) Ver Eduardo Ibarra Acerca de la propuesta de un Partido Minga”, 01/02/10, pag.2, primer párrafo.
(10) “Acta de constitución del Partido Socialista del Perú”, numeral 3, 07/10/28, en “La organización del proletariado” . J.C. Mariátegui, pag.196, Ediciones “Bandera Roja”, 1967.
(11)J.C. Mariátegui. ”Aniversario y Balance”(Septiembre de 1928). En “Ideología y Política”

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