miércoles, 26 de septiembre de 2012

CRISIS TERMINAL 10: ACUMULACIÓN GLOBAL - 2




TacnaComunitaria



COMERCIO EXTERIOR Y MERCADO MUNDIAL


            Ya se sabe que reproducción ampliada se refiere a los capitalistas individuales y que acumulación se refiere al capitalismo total, global. Y que el objetivo general es obtener ganancia en progresión cada vez mayor.

            Acumulación es la transformación de la plusvalía en capital activo. Es, pues, la expresión capitalista de la reproducción. Pero la plusvalía sólo es transformable en capital porque el plusproducto, cuyo valor constituye, contiene ya los elementos materiales de un nuevo capital (medios de producción, medios de consumo)

            Pero por el análisis del capital constante c, capital variable v, plusvalía p, de la Sección I y la Sección II en sus relaciones internas, se constata que la plusvalía no puede trasladarse directamente a la acumulación en el lugar de la producción. En otras palabras, la acumulación es imposible en un medio exclusivamente capitalista. Luego de su profundo análisis, Rosa Luxemburgo concluye que “De aquí nace, desde el primer momento de la evolución capitalista, el impulso hacia la expansión a capas y países no capitalistas, la ruina de artesanos y campesinos, la proletarización de las capas medias, la política colonial, la apertura de mercados, la exportación de capitales”

Desde su primer momento, pues, el capitalismo se muestra así, destruyendo el medio de donde nació, el campesinado, el artesanado, las costumbres de su propio país de origen, de países enteros y regiones enteras. Donde va, destruye lo que encuentra e impone su propio régimen. Eso muy bien lo sabemos en nuestra América, desde el “descubrimiento”

            En El Capital, T. 3, Sección 1, Marx señala paso a paso el proceso de la acumulación. Se puede seguir su análisis párrafo tras párrafo (con énfasis agregados):

-El proceso de producción capitalista consiste, esencialmente, en la producción de plusvalía, representada en el plusproducto o en la parte alícuota de las mercancías producidas, o sea, trabajo no pagado. No hay que olvidar nunca que la producción de esta plusvalía -y la retransformación de una parte de la misma en capital o acumulación, forma una parte integrante de esta producción de la plusvalía- es el fin inmediato, el motivo determinante de la producción capitalista.

-Por consiguiente, no ha de representarse ésta como aquello que no es, como producción que tiene por fin inmediato el lujo o la producción de medios de lujo para los capitalistas.

-Al hacerlo así se prescinde totalmente del carácter específico de su expresión interna. La conquista de esta plusvalía constituye el proceso inmediato de producción que, como queda dicho, no tiene más límites que los arriba indicados.

-Una vez que la cantidad de plustrabajo se ha convertido en mercancía, queda producida la plusvalía. Pero con esta producción de la plusvalía queda sólo terminado el primer acto del proceso de producción capitalista: el proceso de producción inmediato. El capital ha absorbido tal cantidad de trabajo no pagado. Con el desarrollo del proceso que se manifiesta en el descenso de la cuota de beneficio, la masa de plusvalía, así producida, aumenta en proporciones monstruosas.

-Ahora viene el segundo acto del proceso. Toda la masa de mercancías, el producto total, tanto la parte que reemplaza al capital constante y variable, como la que representa la plusvalía, tiene que ser vendida. Si no acontece esto, o sólo acontece parcialmente, o sólo con precios que estén por debajo de los precios de producción, se ha verificado, es cierto, la explotación del trabajador, pero su explotación no se ha realizado en bien del capitalista. Puede ser que la plusvalía no se realice o sólo se realice en parte, e incluso, que se pierda parcial o totalmente el capital. Las condiciones de la explotación inmediata y de su realización no son idénticas. Se distinguen, no sólo por virtud del tiempo y del espacio, sino también conceptualmente. Unas sólo se hallan limitadas por la fuerza productiva de la sociedad; otras, por la proporcionalidad de las diversas ramas de la producción y el poder de consumo de la sociedad.

-Pero la realización no está determinada por la capacidad absoluta de producción, ni por el poder absoluto de consumo, sino por el poder de consumo sobre la base de proporciones antagónicas de distribución, que el consumo de la gran masa de la sociedad reduce a un mínimo variable dentro de los límites más o menos estrechos.

-Se halla también limitada por el impulso de acumulación; el impulso que lleva a aumentar el capital y a producir plusvalía en escala ampliada.

-Esta es una ley de la producción capitalista, dadas las revoluciones constantes en los métodos de producción mismos; por la constante desvalorización del capital invertido que de ellas procede; por la lucha general de la concurrencia y por la necesidad de mejorar la producción y ampliar su escala, como único medio de conservación, bajo pena de ruina.

-Por consiguiente, el mercado ha de ser extendido constantemente, de modo que sus nexos y las condiciones que lo regulan tomen cada vez más la forma de una ley natural, independiente de los productores, haciéndose cada vez más incontrolables.

-La contradicción interior trata de compensarse por la extensión del campo exterior de la producción. Pero cuanto más se desarrolla la fuerza productiva, tanto más entra en conflicto con la estrecha base sobre la que descansan las relaciones de consumo.

-Sobre esta base contradictoria, no es contradicción que el exceso de capital vaya unido al exceso creciente de población, pues, si ambas cosas fueran unidas, aumentando la masa de la plusvalía producida aumentaría también la contradicción entre las condiciones en que esta plusvalía es producida y las condiciones en que es realizada.

            Al subrayar que “el mercado ha de ser extendido constantemente”, Rosa Luxemburgo precisa que tiene que ser “por encima del consumo de los capitalistas y obreros” (únicos que existen en la abstracción de Marx), esto es, “por fuera del sistema capitalista” Y así se llega al problema del comercio exterior, del mercado mundial.

            Mercado interior y exterior tienen mucho que ver con el problema de la acumulación: “El mercado interior y el exterior desempeñan, ciertamente, un gran papel en la marcha de la evolución capitalista, pero no como conceptos de la geografía política, sino de la economía social. Mercado interior, desde el punto de vista de la producción capitalista, es mercado capitalista; es esta producción misma como compradora de sus propios productos y fuente de adquisición de sus propios elementos de producción. Mercado exterior para el capital, es la zona social no capitalista que absorbe sus productos y le suministra elementos de producción y obreros. Desde este punto de vista, económicamente, Alemania e Inglaterra, en su mutuo cambio de mercancías, son, principalmente, mercado interior, capitalista, mientras que el cambio entre la industria alemana y los consumidores campesinos alemanes, como productores para el capital alemán, representa relaciones de mercado exterior. Como se ve por el esquema de la reproducción, estos son conceptos rigurosamente exactos. En el tráfico capitalista interior, en el mejor caso, sólo pueden realizarse determinadas partes de producto social total: el capital constante gastado, el capital variable y la parte consumida de la plusvalía; en cambio, la parte de la plusvalía que se destina a la capitalización ha de ser realizada ‘fuera’. Si la capitalización de la plusvalía es un fin propio y un motivo impulsor de la producción, por otra parte, la renovación del capital constante y variable (así como la parte consumida de la plusvalía) es la amplia base y la condición previa de aquélla. Y al paso que con el desarrollo internacional del capitalismo, la capitalización de la plusvalía se hace cada vez más apremiante y precaria, la amplia base del capital constante y variable, como masa, es cada vez más potente en absoluto y en relación a la plusvalía. De aquí un hecho contradictorio; los antiguos países capitalistas constituyen mercados cada vez mayores entre sí, y son cada vez más indispensable unos para otros, mientras al mismo tiempo combaten cada vez más celosamente, como competidores, en sus relaciones con países no capitalistas. Las condiciones de la capitalización de la plusvalía y las condiciones d la renovación total del capital, se hallan cada vez más en contradicción entre ellas, lo cual no es, después de todo, más que el reflejo de la ley de contradictoria de la cuota decreciente de beneficio. (R.L., La Acumulación del Capital…. Pág. 281-282)

            Entonces, mercado interior es entre capitalistas, mercado exterior es entre el capitalismo y zonas y países no capitalistas, precisando así que la parte de la plusvalía que se destina a la capitalización ha de ser realizada “fuera”

            Este “fuera” son nuestros países “tercermundistas”

Ragarro
26.09.12

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