martes, 4 de noviembre de 2014

SOCIALISMO HUMANISTA PERUANO



1.- MARXISMO E IZQUIERDA

            Como izquierda es término ligado a derecha, ambos se refieren a un eje, un centro, una línea de referencia. No hay izquierda sin derecha, pero ¿izquierda, de qué?

            Culturalmente, como “el hombre es la medida de todas las cosas”, izquierda es lo que está al lado del corazón. Así, por su aspecto volitivo “el corazón es izquierdista” Pero el eje, la línea de referencia en el animal erguido es la columna vertebral.

            Políticamente, el término izquierda se generalizó e impuso con la Revolución Francesa (1789), que difundió el Estado liberal (república parlamentaria y democracia representativa) Así, inicialmente izquierda era la bancada parlamentaria que se ubicaba a la izquierda de la Mesa Directiva, del Presidente del Parlamento. En política, entonces, el eje, la línea de referencia para izquierda o derecha es el Estado.

            Respecto al Estado, el liberalismo lo señala como órgano de conciliación de clases. El marxismo lo señala como órgano de dominación de clase. Toda clase dominante tiene una doble función: función de dominiofunción de servicio. La derecha representa y defiende la función de dominio. La izquierda representa y defiende la función de servicio.

            Seis décadas después, el Manifiesto Comunista (1848) hace el deslinde con la izquierda del Estado liberal. Analiza el trasfondo del socialismo reaccionario (feudal, pequeño-burgués, teórico importado), del socialismo burgués, del socialismo utópico.

            Para el socialismo feudal, “nada más fácil que recubrir con un barniz socialista el ascetismo cristiano”

            En la sociedad moderna se ha formado y se sigue formando “una nueva clase de pequeños burgueses que oscila entre el proletariado y la burguesía”, que quiere “encajar por la fuerza los medios modernos de producción y de cambio en el marco estrecho de las antiguas relaciones de propiedad”

            El socialismo teórico importado “fue consecuente hasta el fin, manifestándose de un modo directo contra la tendencia ‘brutalmente destructiva’ del comunismo y declarando su imparcial elevación por encima de todas las luchas de clases’”

            El socialismo burgués “desea remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa” Este socialismo “intenta apartar a los obreros de todo movimiento revolucionario” Procura “únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base de las mismas relaciones burguesas de producción”, sirviendo “para reducirle a la burguesía los gastos que requiere su dominio y para simplificarle la administración de su Estado”

            El socialismo utópico “preconizaba un ascetismo general y un burdo igualitarismo” Para este socialismo “el proletariado no existe sino bajo el aspecto de la clase que más padece” Sus seguidores “se proponen alcanzar sus objetivos por medios pacíficos”

            Estas corrientes, que ya tenían presencia cuando el Manifiesto Comunista, actualmente son conocidas como izquierda liberal, como izquierda democrática. Representan y defienden la función de servicio del Estado liberal, de la república parlamentaria, de la democracia representativa. Y es que los seguidores de estas corrientes “no ven en la miseria más que la miseria, sin advertir su aspecto revolucionario, destructor, que terminará por derrocar a la vieja sociedad” (Miseria de la Filosofía) Sólo ven en el proletariado la clase que más padece, no la clase que más lucha. Su oposición, pues, es de un tipo muy diferente a la oposición del socialismo marxista. Como señala el Manifiesto Comunista, estas corrientes son “los diferentes partidos de oposición”, ante los cuales el socialismo marxista tiene una definida actitud.

            Después de más de siglo y medio de este análisis, poco es lo que se puede agregar, primero para comprender lo que es izquierda; segundo para comprender las diferentes variedades de socialismo; tercero para comprender lo que es socialismo marxista.

2.- IZQUIERDA Y OPOSICIÓN

            En países donde la dictadura de la burguesía es plena, la democracia de la burguesía también es plena. Estados Unidos es el país que abrió el camino a la modernidad. Con la Guerra de Secesión la clase industrial derrotó a la clase terrateniente y así impuso su dictadura plena. Respecto a la democracia, impuso su democracia plena con el bipartidismo partido republicano-partido demócrata, dos facciones que se turnan en el gobierno; y así EUA difunde en el mundo entero su esquema gobierno-oposición. Cuando el partido republicano está en el gobierno ejerciendo la función de domino, el partido demócrata está en la oposición ejerciendo la función de servicio; y viceversa. Cuando el partido demócrata estuvo en el gobierno, Kennedy invadió Cuba, pero fue repelido en Bahía Cochinos. Cuando el partido republicano estuvo en el gobierno, Bush invadió Iraq, con resultados igualmente adversos. Es decir, el partido en el gobierno, tiene que ejercer la función de dominio, mientras el otro partido tiene que ejercer la función de servicio. Por supuesto, hay más partidos en EUA, pero con presencia mínima en el electorado y sin presencia alguna en los medios de comunicación. Este esquema lo siguen los demás países de la “civilización occidental y cristiana” con dictadura plena de la burguesía, como en Inglaterra, Francia, Alemania, para no mencionar más.

            En nuestros países “tercermundistas” eternamente “en desarrollo”, donde no se ha establecido plenamente el bipartidismo, se ha difundido la “tercera posición” que reúne a los partidos “de izquierda democrática” En ellos se visualiza más claramente la función de la izquierda como oposición. Así:

-Ideológicamente, izquierda es la que lucha por el cumplimiento efectivo del ideario liberal (libertad, igualdad, fraternidad)  Lucha por cambiar la Constitución del Estado liberal convocando a una Asamblea Constituyente, o por reformarla mediante un Acto Legislativo del Parlamento. Pero toda Constitución nueva o toda Constitución reformada sigue siendo Constitución del Estado de la clase dominante, del Estado liberal.

-Económicamente, izquierda es la que lucha por la “justa distribución de la riqueza”, por “mejores condiciones laborales”, que son condiciones de compra-venta en el mercado de productos (mercancías) y en el mercado de productores (fuerza de trabajo) Protesta contra la desregulación económica (ALCA) y flexibilización laboral (Nueva Legislación Laboral) del sistema dominante, pero sin cuestionar al Estado liberal que la programa sino al gobierno de turno que la ejecuta.

-Políticamente, izquierda es la que hace oposición al gobierno de turno. Actúa como su censor, fiscal o juez de lo que hace o deja de hacer. Es la típica oposición protestataria. El bipartidismo, el sistema de tijeras gobierno-oposición es la llave maestra para la perpetuación del sistema dominante, del Estado liberal. Pero el liberalismo (su partido) en el gobierno es más conservador que el conservatismo (representa la función de dominio), e igualmente el conservatismo (su partido) en la oposición es más liberal que el liberalismo (representa la función de servicio)  Y es que toda “tercera posición” respecto al capitalismo y socialismo representa generalmente a una segunda, y por lo general a la negativa. De ahí los fiascos y desengaños que periódicamente ocurren en la política tradicional con los opositores, con los protestatarios, con los promeseros de turno que llegan al Gobierno.

-Socialmenteizquierda es la que clama contra el desempleo, subempleo, descalificación laboral, pero sin analizar la crisis estructural del sistema que ha conducido al país a la desagrarización, desindustrialización, informalización. Sus candidatos, primero prometían “tantos miles de empleos”; ahora sólo prometen “generar empleo”, pues cada gobierno de turno está en la obligación de “achicar el Estado” desligando a la clase dominante de su función de servicio y quedándose sólo con su función de dominio.

            En este aspecto, la izquierda tiene características generales y propias, que identifican siempre al partido de oposición mientras está en la oposición. La izquierda o “tercera posición”, en esencia actúa en pro del Estado liberal ideal, de la democracia ideal, que no se dan en la realidad de clases.

3.- MARXISMO Y OPOSICIÓN

            No obstante su limitación dentro del Estado liberal, la izquierda democrática hace oposición al gobierno de turno. Esta oposición es tanto en lo ideológico-teórico como en lo político-social. Encabeza la lucha ideológica contra los que “irrespetan” el credo liberal, la sacrosanta trilogía libertad-igualdad-fraternidad, sin analizar de quién, por qué y para qué es esa trilogía. Su teoría económica no va más allá de la lucha por una “jornada laboral justa y un salario justo”, sin analizar la relación económica básica del sistema, el porqué de la aberrante ganancia ante la limosna salarial. Políticamente, al perder las elecciones asume el rol de oposición con funciones de “censor, fiscal y juez” del gobierno de turno, capitalizando así la protesta popular. Socialmente, arrogándose la vocería del pueblo trabajador clama “contra el desempleo, subempleo, descalificación laboral”, sin analizar la relación productividad-desempleo, que así como ha logrado desarrollar el sistema lo lleva a su caducidad, a su inevitable reemplazo por un nuevo sistema social.

            Ante esta oposición protestataria al gobierno de turno, el socialismo marxista representa la oposición contestataria al sistema dominante, al Estado liberal., a la democracia representativa. El Manifiesto Comunista define las dos clases fundamentales en pugna. Señala que “Por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social, que emplean el trabajo asalariado”, y que “Pequeños industriales, pequeños comerciantes y rentistas, artesanos y campesinos, toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las filas del proletariado; unos, porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer grandes empresas industriales y sucumben en la competencia con los capitalistas más fuertes; otros, porque su habilidad profesional se ve despreciada ante los nuevos métodos de producción. De tal suerte, el proletariado se recluta entre todas las clases de la población.” Proletariado no es, pues, sólo obrero industrial. Con la actual crisis mundial, se recluta de más y más capas de la población.

            Engels recuerda que “Ya el Manifiesto Comunista había proclamado la lucha por el sufragio universal, por la democracia, como una de las primeras y más importantes tareas del proletariado militante”, (Prólogo, 1895 a La Lucha de Clases en Francia, de Marx, 1850) Así, en el Manifiesto Comunista, 1848, se lee que “Como ya hemos visto más arriba, el primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la democracia”, y que los comunistas “luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero al mismo tiempo defienden también, dentro del movimiento, el porvenir de ese movimiento”

            Entonces, luchar por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos (derecho al trabajo emancipado, derecho a la vida digna) y representar y defender el porvenir de ese movimiento (derecho al cambio social) es la táctica fundamental del marxismo. Los objetivos inmediatos del movimiento no pueden ser separados del porvenir de ese movimiento. Separados, uno conduce al socialismo domesticado, otro conduce a la bohemia subversiva.

            Por eso los comunistas 1º “apoyan por doquier todo movimiento revolucionario contra el régimen social y político existente”, y 2º “ponen en primer término, como cuestión fundamental del movimiento la cuestión de la propiedad”, la cuestión de la propiedad privada dominante.

            Ésta es la táctica que diferencia el socialismo marxista de la izquierda democrática, táctica que guió a la victoria a más de una revolución social.

            Por eso, comentando la actividad del Partido Comunista Francés, JCM señala que “En el vocabulario comunista, el término parlamentario no tiene su acepción clásica. Los parlamentarios comunistas no parlamentan. El parlamento es para ellos únicamente una tribuna de agitación y de crítica” (09.05.25)

            Entonces, en el análisis de la realidad, el boicot electoral o contra el boicot deslinda la utilización del sufragio universal por parte del socialismo marxista.

4.- OPOSICIÓN Y ELECCIONES

            En los hechos, más que en cualquier otro tema la izquierda democrática y el socialismo marxista se diferencian radicalmente en el tema electoral. Y aquí es donde se dibuja nítidamente la posición ante la cuestión del Poder, ante el Estado. Como se sabe, en la mayor parte de los Estados históricos, los derechos concedidos a los ciudadanos se gradúan con arreglo a su fortuna. Engels señala que con ello “se declara expresamente que el Estado es un organismo para proteger a la clase que posee contra los desposeídos” (El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, 1884)

            Así sucedía en Grecia, en Roma, en el Estado feudal. Así se observa en el censo electoral de los Estados de república parlamentaria y democracia representativa actuales. En el Perú, el censo de fortuna se impone desde la adquisición de Lista de Adherentes para la campaña electoral.

            Sin embargo, este reconocimiento político de la diferencia de fortuna no es nada esencial. Engels señala que en la república democrática la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo más seguro, 1º con la “corrupción directa de los funcionarios”, 2º con la “alianza entre el Gobierno y la Bolsa”, alianza que se realiza “con tanta mayor facilidad, cuanto más crecen las deudas del Estado” Y 3º “la clase poseedora impera de un modo directo por medio del sufragio universal”

            En 1848 el Manifiesto Comunista señala que el primer paso de la revolución obrera es “la conquista de la democracia” En 1880 Marx señala que los obreros “han convertido el sufragio universal, de medio de engaño que había sido hasta aquí en instrumento de emancipación” Y en 1884 Engels recapitula esta experiencia señalando que “Mientras la clase oprimida -en nuestro caso el proletariado- no está madura para emanciparse ella misma, su mayoría reconoce el orden social existente de hoy como el único posible, y políticamente forma la cola de la clase capitalista, su extrema izquierda. Pero a medida que va madurando para emanciparse ella misma, se constituye como un partido independiente, elige sus propios representantes y no de los capitalistas”

            Y concluye que “El sufragio universal es, de esta suerte, el índice de la madurez de la clase obrera. No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es suficiente. El día en que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer”

            Esto es lo que diferencia la izquierda liberal, la izquierda democrática, que participa en elecciones para ser gobierno “democrático” o para apoyar al “mal menor”, y el socialismo marxista que participa en elecciones para que el termómetro del sufragio universal “marque el punto de ebullición”

            JCM tuvo posición definida ante el sufragio universal. En Temas de Nuestra América siguió atentamente el proceso electoral en EUA, la lucha eleccionaria en México, Nicaragua Uruguay, Argentina, Chile, Colombia. Señaló que “El perfecto hombre de Estado (Hoover) en un imperio de trust y monopolios es, sin duda, el perfecto hombre de negocios” (10.11.28) En Nicaragua, “La elección de un conservador habría tenido el aspecto de una imposición o un escamoteo electorales. Pero estas ventajas de la solución liberal no se habrían mostrado tan claramente si Sandino no hubiese mantenido impertérrito, su actitud rebelde. La presidencia de un liberal tiene la función de reducir al mínimo los estímulos capaces de alimentar la hoguera sandinista” (19.11.28) En Uruguay “En las últimas elecciones, ha tenido un candidato comunista a la presidencia. Un hecho que señala el lugar del Uruguay en la historia del sufragio” (01.01.27) En Argentina, “concurrirán además a las elecciones, con candidatura propia, el Partido Socialista y el Partido Comunista. Pero, la concurrencia de ambos, sólo tiene por objeto afirmar la autonomía ante los dos bloques burgueses” Y que “El comunismo, conforme a su práctica mundial, asistirá a las elecciones con meros fines de agitación y propaganda clasistas” (11.02.28)

            Así, agitación y propaganda clasistas y termómetro del sufragio van de la mano.

5.- SOCIALISMO PERUANO E IZQUIERDA

            Cuando surgió el Socialismo Peruano, primero fijó posición ante el aparato burocrático-militar del Estado de la clase dominante, en la revista Nuestra Época (1918)

            En el desarrollo de la teoría, JCM parte de que “el Estado demo-liberal es el órgano de la clase capitalista” (II-27) Explica que “El gamonalismo no está representado sólo por los gamonales propiamente dichos”, que “El factor central del fenómeno es la hegemonía de la gran propiedad semifeudal en la política y el mecanismo del Estado” y que “Por consiguiente, es sobre este factor sobre el que se debe actuar si se quiere atacar de raíz un mal del cual algunos se empeñan en no contemplar sino las expresiones episódicas o subsidiarias” (X-27)

            Respecto al nuevo Estado, señala que “El ‘ayllu’, célula del Estado incaico, sobreviviente hasta ahora, a pesar de los ataques de la feudalidad y del gamonalismo, acusa aún vitalidad bastante para convertirse, gradualmente, en la célula de un Estado socialista moderno” (01.07.27)

            Sobre esta base teórica, JCM señala que “El pensamiento revolucionario, y aun el reformista, no puede ser ya liberal sino socialista” y que “éste es un instante de nuestra historia en que no es posible ser efectivamente nacionalista y revolucionario sin ser socialista” (X-27)

            Por eso, en su Punto de Vista Anti-Imperialista, ante la posición pequeño-burguesa de que “Somos de izquierda (o socialistas) porque somos anti-imperialistas” contesta que “somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico llamado a sucederlo” (V-29) Es muy evidente, pues, el deslinde entre izquierda (democrática) y socialismo (marxista) Y esto fue posible porque ya antes había deslindado los campos entre oposición protestataria y oposición contestataria, declarando que “La vida de las clásicas ‘oposiciones’ criollas era sólo una serie de dramáticas protestas” y que “donde antes se ponía declamación, hay que poner ahora pensamiento” (XII-27)

            Siguiendo la táctica del Manifiesto Comunista, JCM apoya la organización de los empleados, pues “La defensa de la Ley (del Empleado), acechada por el despierto interés capitalista, tiene, sobre todo, el valor de un impulso a la acción” (21.10.27)  Y defiende el futuro del movimiento desenmascarando a un sedicente Partido Laborista: “El partido laborista denuncia como perniciosas, disolventes y diabólicas las ideas revolucionarias. Pero se imagina suprimir los conflictos entre el capital y el trabajo con patriarcales y razonables, aunque asmáticos, consejos a obreros y patrones. Algunos manifiestos redactados en estilo de recurso o petición a alguno de los poderes públicos, bastan para resolver alegremente la cuestión social” (08.12.28) Por eso declara tajantemente que “Condenamos como oportunista toda política que plantee la renuncia momentánea del proletariado a su independencia de programa y acción, la que en todo momento debe mantener íntegramente” (III-30)

            Después de que JCM nació a la inmortalidad (16.04.30), una disidencia del Socialismo Peruano llamó a formar soviets y enarboló “el derecho de las naciones quechua y aymara a la autodeterminación” Otra disidencia pasó a servir en la “Oficina Obrera de la Casa Política” del candidato de la oligarquía, llamando incluso a constituir un nuevo partido para servirle mejor. La Obra de JCM salió de circulación, y por lustros poco o nada se supo de ella, por obra y gracia de la reacción externa y de los detractores internos.

            La IIG-SP tuvo que enfrentar a su turno la desviación del FLN al electorerismo, y el brote insurgente juvenil del ELN. Y la IIIG-SP también tuvo que enfrentar a su turno el electorerismo de IU y el “terror excitante” de Sendero Luminoso. En uno u otro caso, la táctica del Manifiesto Comunista, la táctica del Socialismo Peruano fue echada por la borda. Es una amarga experiencia de no olvidar jamás. Experiencia “pagada con sangre”

            Por eso, saber diferenciar lo que es izquierda democrática de lo que es socialismo marxista y restablecer la táctica del Manifiesto Comunista, es la tarea más apremiante ahora, tanto a nivel nacional como internacional.

-.o0o.-

Nota.- Hace cinco años, socialismoperanoamauta.blogspot.com tuvo la gentileza de difundir cinco artículos (2, 9, 15, 23, 30 de marzo 2009), que ahora se presentan reunidos y con el título general de Socialismo Humanista Peruano.

            En este lapso han ocurrido elecciones primarias (municipales) y presidenciales. En éstas un candidato presentó su programa Gran Transformación, pero al ser elegido lo cambió de inmediato por la Hoja de Ruta del sistema dominante. En las recientes elecciones salió elegido en la capital, y por incuestionable mayoría, un candidato que “roba pero hace obras” Así está la deleznable realidad del proceso electoral peruano a todo nivel, que muestra a las claras cómo, por qué y para qué es un medio de engaño. Este engaño ha llegado a su tope, porque igualmente han llegado a su tope tanto la izquierda protestataria como el nacionalismo étnico, ambos simples marionetas del sistema dominante. El despreciable proceso electoral reciente lo señala claramente.

            Esta realidad presenta un vacío que debe ser llenado. Es decir, se le abren las puertas de par en par al Socialismo Peruano y sus Nuevas Oleadas de Activistas para actuar con dignidad y firmeza en el panorama político nacional, convirtiendo el proceso electoral en instrumento de emancipación. Para ello debe tener organización propia.

            La izquierda, el nacionalismo, el socialismo tienen variados nombres. Pero el socialismo marxista es socialismo humanista por excelencia, la quinta esencia de la Humanidad toda. Por eso, para distinguirlo de los demás, su nombre preciso debe ser Socialismo Humanista.

            Y el nuestro debe ser Socialismo Humanista Peruano.

            Por eso, en esta nueva lucha final, ¡Agrupémonos todos!

Ragarro

                                                                           04.11.14

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