domingo, 6 de septiembre de 2015

¿Por qué CAPITALISMO SEMIFEUDAL, ADEMAS DE SEMICOLONIAL?




(Primera parte)
06 de septiembre de 2015
Estimado David Aguinaga:

Como consecuencia  de mis últimos envíos, he recibido varios comentarios de diferentes personas, algunos conocidos míos, y otros, por ahora  desconocidos.  Todas las opiniones las tengo ordenadas cronológicamente,  mi intención es responder en forma ordenada  a  todos y cada uno, por orden de llegada. Es más,  ya he comenzado a apuntar las primeras ideas centrales en algunas páginas en “borrador”. Toda esta labor  demanda tiempo. Desearía responder a todos de inmediato, pero material y mentalmente me  resulta imposible. 

Después de recibir  tu último comentario y pregunta  del día 01 de setiembre, he considerado necesario modificar el orden en mi plan de respuestas, colocando mi respuesta a tu comentario  en primer lugar, precisamente porque tu consulta trata sobre el carácter de  la base económica de la  formación social peruana. (Por adelantado, les pido disculpas a todos y cada uno de los otros amigos que me han escrito, a todos les responderé).  Sin entender, y sin ponernos de acuerdo, sobre los aspectos sustanciales de la base económica, mal haríamos en intentar entender los aspectos de la superestructura política y cultural que se erigen sobre ella. Es posible, pero resultaría más difícil.

En tu breve pero sustancial comentario anotas lo siguiente (que a continuación paso a trascribir):  


“El Martes 1 de septiembre de 2015 20:53, "David Aguinaga aguinaga.david@gmail.com [foro_centenario]" <foro_centenario@yahoogroups.com> escribió:

C. Miguel Aragón

Leyendo con detenimiento el escrito  que me remitiste sobre las formas de lucha y la actual contienda electoral ya en proceso, me he dado con que, para la lucha de los socialistas, este asunto, que a primera vista parece claro, sencillo y hasta consabido -al menos para algunos dentro de la vanguardia intelectual, política y sindical- encierra para mí una mayor complejidad. Por ello, entre otros estudios e indagaciones al respecto, estoy también revisando varios escritos anteriores tuyos, sobre todo aquellos en los que remarcas el desarrollo del capitalismo en el Perú en varias etapas de su historia contemporánea y particularmente su mayor desarrollo en los últimos lustros. Pero, en esa búsqueda, no ha dejado de sorprenderme la caracterización de la actual sociedad peruana como “CAPITALISTA, SEMIFEUDAL Y SEMICOLONIAL” que planteas en tu último artículo: “El enemigo principal del pueblo peruano” (parte 3). Como tú lo dices, la característica capitalista semicolonial es fácilmente entendible, pero respecto a lo capitalista semifeudal en la actualidad peruana, me encuentro fuera de los “muy pocos (que) la entienden”. Por esta razón, te solicito te dignes realizar una sintética explicación sobre tu opinión respecto al enunciado de tu caracterización de nuestro país, sobre ese “capitalismo semifeudal” (además de semicolonial) así como su implicancia en el movimiento y en la estrategia revolucionaria.

Agradeciéndote por anticipado, me despido con un cordial saludo.
01-09-15
David Aguinaga Carrión”.

Estimado David, ahora continúo con mi respuesta:

Si revisamos y  estudiamos  la larga historia del desarrollo del capitalismo, podemos  comprobar que han existido varias  modalidades diferentes de desarrollo de ese régimen de producción. Hasta el año 1920, a  estas modalidades las podemos agrupar en Tres modalidades fundamentales de desarrollo del capitalismo.

1.- Capitalismo clásico.-
En el Prólogo a la primera edición de El Capital, Carlos Marx anotó “En la presente obra nos proponemos investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que a él corresponden. El hogar clásico de este régimen es, hasta ahora, Inglaterra. Por eso tomamos a este país como principal ejemplo de nuestras investigaciones teóricas”,  y más adelante, Marx  agregó: “Los países industrialmente más desarrollados no hacen más que  poner delante de los países menos progresivos el espejo de su propio porvenir”

Años antes, en El Manifiesto Comunista (1848), Marx y Engels habían escrito “Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante  progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de china y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la lamada civilización, es decir a hacerse burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza”    

Tomando como referencia el desarrollo del capitalismo que se venía desarrollando en Inglaterra, hasta mediados del siglo XIX, en el libro El Capital (1867) Carlos Marx estudió  y expuso  las características de la  primera modalidad de desarrollo del capitalismo, al cual podríamos denominar  capitalismo clásico, un capitalismo en el cual predominaba la libre concurrencia, un capitalismo de “burgueses y proletarios”, como sus autores titularon el primer capítulo de El Manifiesto Comunista.

Esa modalidad de capitalismo clásico se desarrolló en Inglaterra, en los Países Bajos, y también  parcialmente en las  regiones más modernas de Francia y Alemania. Forzando un poco el análisis, podríamos generalizar su alcance  a toda Europa occidental, con la notoria excepción  de los países ibéricos (España y Portugal).
         
      Si revisamos, panorámicamente, el desarrollo del régimen capitalista de producción en todos los países  del mundo, a lo largo de los siglos XIX y XX, resulta demasiado fácil concluir que “el modelo inglés”, o modalidad de capitalismo clásico, solamente se desarrolló en algunos pocos países ubicados en Europa occidental, y posiblemente en Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y posiblemente en Australia, pero en el resto de países del mundo no ocurrió lo mismo, contradiciendo así  la previsión de Marx, de que Inglaterra sería “el espejo” del porvenir de los  países menos progresivos.    .  

2.- Capitalismo semifeudal.-
Tiempo después, del surgimiento y desarrollo del capitalismo clásico en los principales países de Europa occidental, a partir de mediados del siglo XIX el régimen capitalista  también surgió y comenzó a desarrollarse en Rusia y en  otros  países de Europa oriental.  En el libro El Desarrollo del Capitalismo en Rusia (1898), Lenin estudió amplia y profundamente el desarrollo del capitalismo en ese inmenso  país, país atrasado que a fines del siglo XIX continuaba  dominado por el régimen zarista,  por la clase terrateniente feudal. En esa  modalidad del desarrollo del capitalismo en Rusia existía, pero no predominaba, la libre competencia capitalista. El capitalismo en Rusia  estaba sujeto al lastre de la pesada herencia de las relaciones feudales de producción. 

A esa segunda modalidad de capitalismo desarrollada históricamente, me parece que  la podemos denominar capitalismo semifeudal. Esa variante del capitalismo se desarrolló de manera muy similar tanto en Rusia, como en Ucrania, Bielorrusia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Hungría, Checoeslovaquia, los países bálticos,  y otros países ubicados en  Europa oriental, países que hasta el estallido de la primera guerra mundial (1914) continuaron  siendo dominados por monarquías  feudales.

En el libro El Programa Agrario de la socialdemocracia en la primera revolución rusa de 1905-1907 (escrito en 1907), Lenin analizó los “Dos tipos de evolución agraria burguesa” (cap. 1.5) y los “Dos caminos con los cuales puede ser abolido el régimen de la servidumbre” (en el cap. Conclusiones). Los dos caminos son, por un lado, el camino “tipo junker prusiano”, camino terrateniente, camino de lenta transformación, y por otro lado, el camino “tipo norteamericano”, camino campesino, camino de destrucción violenta del viejo régimen de posesión de la tierra. Los dos caminos necesariamente conducen, en última instancia, a la liquidación de la feudalidad, pero el primer camino, el lento camino terrateniente obliga a transitar por el capitalismo semifeudal.    

[Entre paréntesis agregaré que, en algunos textos, tanto de Engels  como de Lenin,  he podido observar que ellos utilizaron la categoría “semifeudal”, no así el concepto de “capitalismo semifeudal”. Por su parte Mao Zedong utilizó reiteradamente la categoría “país semifeudal” al referirse a China, y una década antes que él, Mariátegui también  utilizó reiteradamente la categoría “semifeudal” al estudiar la evolución de la realidad peruana. 

Tengo que reconocer que, hasta donde  he podido investigar, en ninguno de los cuatro autores citados (Engels, Lenin, Mariátegui o Mao Zedong), yo he leído la expresión “capitalismo semifeudal”. La primera vez que yo  leí esa  expresión  ha sido en unos escritos  poco conocidos del investigador Ramón García, textos escritos en el primer lustro de la década de 1980. Desconozco si ese concepto es un aporte propio de Ramón García,  o si él  lo tomo prestado de un texto poco conocido de algún otro autor.  En todo caso, a mí me parece una denominación científicamente correcta, y por eso la he asumido como una expresión válida.

La “semifeudalidad” no se contrapone, ni niega el desarrollo del capitalismo (como absurdamente se pretendía en los debates de fines de la década de 1960, debates superficiales y absurdos, que en esos años provocaron un gran  daño  a la unidad del movimiento socialista). Por el contrario, la “semifeudalidad”  justamente expresa  la modalidad del desarrollo del capitalismo en los países en los cuales, por ausencia de una revolución democrático burguesa,  todavía no se ha liquidado el poder de la feudalidad, países  en los cuales en la base económica se interrelacionan y coexisten dos relaciones de producción diferentes, las relaciones de producción capitalistas con las relaciones de producción feudales.

Si quisiéramos profundizar el estudio del desarrollo de esta  esta  modalidad, incluso tendríamos que reconocer la existencia de  hasta  tres gradaciones  de “semifeudalidad”. En una primera etapa, las viejas relaciones feudales predominan sobre las nuevas relaciones capitalistas en crecimiento; en una segunda etapa, las nuevas relaciones capitalistas alcanzan un equilibrio temporal con las viejas relaciones feudales; y en una tercera etapa, las nuevas relaciones capitalistas pasan a predominar sobre las viejas relaciones feudales. Si quisiéramos ser más precisos en el estudio de las obras de Lenin, Mariátegui y Mao Zedong sobre la evolución de las realidades rusa, peruana y china, incluso deberíamos precisar en cuál de esas  etapas de evolución de la semifeudalidad se encontraban los países que ellos analizaron en su tiempo].

3.- Capitalismo, semifeudal y semicolonial.-
Casi coincidiendo, en el tiempo, con el surgimiento y desarrollo del capitalismo en los países de Europa oriental, que hemos mencionado  más arriba,  también en varios países de Asia y de América del Sur, incluido el Perú,  comenzó a surgir y desarrollarse el régimen capitalista de producción.

Hasta mediados del siglo XIX, en Perú (y también en Ecuador y Bolivia,  Colombia y Venezuela), predominaban, en forma casi absoluta, las atrasadas técnicas de producción feudales y  las relaciones de producción feudales, y consecuente con esa atrasada realidad, el poder político estaba en manos de la clase terrateniente feudal y sus caudillos militares, descendientes de los encomenderos españoles.

A partir de mediados del siglo XIX, durante los gobiernos de Ramón Castilla, y como resultado de la explotación en gran escala y la exportación del guano y del salitre a los mercados europeos, en el Perú  se inició el primer ciclo largo de crecimiento capitalista, ciclo que se prolongó desde 1845 hasta 1879, etapa  que fue interrumpida por la guerra de agresión del capitalismo  inglés  contra el naciente capitalismo en el Perú.

En el primero de los 7 Ensayos…, comentando la evolución económica de la realidad peruana, José Carlos Mariátegui anotó: “Las utilidades del guano y del salitre crearon en el Perú, donde la propiedad había conservado hasta entonces un carácter aristocrático y feudal, los primeros elementos sólidos de capital comercial y bancario. Los profiteurs (beneficiarios) directos e indirectos de las riquezas del litoral empezaron a constituir una clase capitalista. Se formó en el Perú una burguesía, confundida y enlazada en su origen y su estructura con la aristocracia, formada principalmente por los sucesores de los encomenderos y terratenientes de la colonia, pero obligada por su función a adoptar los principios fundamentales de la economía y la política liberales.”  A continuación Mariátegui anotó: “En el periodo dominado y caracterizado por el comercio del guano y del salitre, el proceso de la transformación de nuestra economía, de feudal en burguesa, recibió su primera enérgica propulsión. Es, a mi juicio, indiscutible que, si en vez de una mediocre metamorfosis de la antigua clase dominante, se hubiese operado el advenimiento de una clase de savia y elan nuevos, ese proceso habría avanzado más orgánica y seguramente”.

Esas características del capitalismo que surgió y comenzó a desarrollarse en el Perú a mediados del siglo XIX, eran características propias del “capitalismo semifeudal”, diferente a la modalidad del “capitalismo clásico” desarrollado en Inglaterra, pero muy parecida  a la modalidad del “capitalismo semifeudal” que en ese tiempo se venía desarrollando en la Rusia zarista.

Pero este capitalismo que surgió y comenzó a desarrollarse en el Perú a mediados del siglo XIX, además tenía otra característica particular, que lo hacía diferente al capitalismo desarrollado en la vieja Rusia. El capitalismo en el Perú, además de ser un capitalismo semifeudal como en Rusia, desde sus inicios, en gran parte, fue   un “capitalismo semicolonial”.

En el mismo primer ensayo, Mariátegui hizo la siguiente constatación: “La clase terrateniente no ha logrado transformarse en una burguesía capitalista,  patrona de la economía nacional. La minería, el comercio, los transportes, se encuentran en manos del capital extranjero. Los latifundistas se han contentado con servir de intermediarios a éste, en la producción de algodón y azúcar. Este sistema económico, ha mantenido en la agricultura, una organización semifeudal que constituye el más pesado lastre del desarrollo del país”.    

Precisando las características de esta clase propietaria, erigida en clase dominante, Mariátegui anotó: “Pesan sobre el propietario criollo la herencia y educación españolas, que le impiden percibir y entender netamente todo lo que distingue al capitalismo de la feudalidad. Los elementos morales, políticos, psicológicos del capitalismo no parecen haber encontrado aquí su clima. El capitalista, o mejor el propietario, criollo, tiene el concepto de la renta antes que el de la producción. El sentimiento de aventura, el ímpetu de creación, el poder organizador, que caracterizan al capitalista auténtico, son entre nosotros casi desconocidos”        

En apretada síntesis, estas son las razones por las cuales considero que la modalidad de  capitalismo desarrollado en el Perú es un capitalismo semifeudal y semicolonial, capitalismo que tiene  similitudes en los aspectos  generales, y a la vez diferencias particulares, tanto con el “capitalismo clásico” desarrollado en Inglaterra que fue magistralmente analizado por Carlos Marx, así como también con el “capitalismo semifeudal” desarrollado en la vieja Rusia que fue magníficamente estudiado por Lenin.

El capitalismo desarrollado en el Perú, y en la mayoría  de países de Nuestra América (América Latina) y en Asia, es una tercera modalidad de desarrollo del capitalismo, y tenemos que valorar y reconocer que la mejor obra, en la cual se estudia este caso particular del desarrollo del capitalismo, justamente es el libro 7 Ensayos de interrpretación de la realidad peruana. En ninguna obra de otro autor  americano o asiático he encuentra un análisis tan amplio y a la vez tan profundo.

Antes de concluir con esta parte de mi respuesta, me parece necesario precisar que el régimen capitalista de producción es un régimen de carácter mundial, que se desarrolla en los diferentes países y regiones del mundo adoptando diferentes modalidades y particularidades, pero las leyes generales que rigen su desarrollo son las mismas en todos los países.  

Con esta apretada, y algo apresurada exposición, espero haber respondido los aspectos históricos más generales de tu atenta y oportuna consulta, pero, como segunda parte,  faltaría analizar el aspecto particular de tu consulta, porque me parece que tu interés principal se refiere a la “caracterización de la actual sociedad peruana”. Y pecaríamos de falta de seriedad científica, si pensáramos que la realidad peruana  actual (año 2015) sigue siendo idénticamente igual a la realidad peruana descrita por Mariátegui hace más de ochenta años (en el año 1928).

Esa sería una conclusión absurda, de tanto “exaltar a Mariátegui” terminaríamos negándolo. Más teniendo en cuenta, que desde 1930, año en que fallece Mariátegui,  hasta la actualidad, la evolución de la economía peruana ha pasado por otros dos  ciclos largos de crecimiento capitalista, e incluso, de por medio,  ha ocurrido una reforma agraria (año 1969), cuyas consecuencias todavía faltan estudiar seriamente.

El Pensamiento de Mariátegui estuvo vigente hasta comienzos del año 1930, y resulta muy pretencioso, por no decir absurdo y torpe, pretender ahora “desarrollar el Pensamiento de Mariátegui”. Lo que sí está plenamente vigente es el Camino  de Mariátegui, o Escuela de Mariátegui, y nuestra responsabilidad es continuar desarrollándolo.

Para ordenar las ideas, todavía dispersas, sobre la situación actual, necesito mayor tiempo, y las  expondré  en una segunda parte. Como un adelanto de investigación, de lo ocurrido en la evolución de la economía peruana después de 1930,  estoy enviando  como archivo adjunto un artículo que escribí en el lejano año de 1971, cuando yo recién daba mis primeros pasos en el estudio del método marxista. Ese texto, inicialmente fue una carta dirigida a un gran amigo que influyó de manera decisiva en mi formación, y después de revisarla y corregirla la transformé en un breve artículo. Solamente agregaré dos cuestiones complementarias.

Si bien he intentado ordenar las “tres modalidades principales de evolución del modo capitalista de producción”, yo no  considero que esas sean  las únicas.

4.- En una parte de China (y también en Corea y en los países de la península indochina) durante la invasión y ocupación japonesa en la década de 1930 y la primera mitad de la década de 1940, se desarrolló una cuarta modalidad de desarrollo capitalista, al que podríamos denominar  “capitalismo semifeudal y colonial”, que  fue analizado muy brevemente por Mao Zedong. Esa fue una  realidad temporal, en la cual la contradicción principal en China  pasó a ser “la contradicción entre la nación china  y  el imperialismo”, particularidad que los seudomaoistas  peruanos nunca entendieron, y que pretendieron aplicar ciegamente en nuestro país. ¡Colonia nosotros!, me parece totalmente absurdo.

5.- En el primer párrafo de mi respuesta anoté que “hasta el año 1920 se habían desarrollado tres modalidades fundamentales del capitalismo”. Anotar y destacar ese hito (año 1920) tiene una justificación. A partir de 1920 comenzó a tomar forma una nueva modalidad de desarrollo del capitalismo, muy diferente a las anteriores, y comenzó con la aplicación de la NEP en la Rusia soviética.

Por caprichos de la historia, el modo capitalista de producción, después de su enérgico y vigoroso desarrollo inicial en Inglaterra y otros pocos países,  después comenzó a desarrollarse en la mayoría de los países del mundo bajo la dominación y predominio de la vieja feudalidad (en Europa oriental, en América Latina, en Asia, y también en África).

Y ahora,  parecería que el destino del modo capitalista de producción  será prolongar su existencia, hasta terminar y  extinguirse definitivamente en la mayoría de países del mundo bajo la dominación y predominio de la dirección del  socialismo. Algo que nos parece aparentemente paradójico, pero que evidentemente es muy real. A esta modalidad de  subsistencia, prolongación  y desarrollo del capitalismo durante la primera etapa del socialismo, modalidad todavía sin denominación  específica, hasta ahora no le estamos prestando la atención debida, no obstante que Lenin, Mariátegui y Mao Zedong nos dejaron importantes avances en el planteamiento del problema. Considero que tenemos la obligación urgente de rescatar la valiosa experiencia de la NEP en la URSS,  prestar seria atención a lo que viene ocurriendo actualmente en la continuación de la construcción del socialismo en China, Vietnam y Cuba, y por último, prepararnos para el próximo desarrollo del socialismo inicial en el Perú, el cual necesariamente tendrá sus propias particularidades propias, “no será calco ni copia, sino creación heroica, del pueblo peruano”.     

Saludos, disculpa la demora.
Miguel Ángel Aragón

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