sábado, 14 de mayo de 2016

PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN




Luego del resultado de las elecciones del 10 de abril último, asistimos a un intercambio de opiniones tanto a nivel del pueblo como de los izquierdistas, sobre por quién votar.  Constatamos que entre los izquierdistas  hablan literalmente en lenguas diferentes. Y la pregunta que surge es saber a qué tipo de organización pertenecen cada uno de los opinantes. 

Para no separarse del asunto de que se trata vamos al grano. Mariátegui en la presentación de Amauta señala: “No hace falta declarar expresamente que amauta no es una tribuna libre, abierta a todos los vientos del espíritu. Los que fundamos esta revista no concebimos una cultura y un arte agnósticos. Nos sentimos una fuerza beligerante, polémica. No le hacemos ninguna concesión al criterio generalmente falaz de la tolerancia de las ideas. Para nosotros hay ideas buenas e ideas malas. En el prólogo de mi libro La escena contemporánea, escribí que soy un hombre con una filiación y una fe. Lo mismo puedo decir de esta revista, que rechaza todo lo que es contrario a su ideología así como todo lo que no traduce ideología alguna.

En efecto, Mariátegui pensaba en la organización de revolucionarios indispensable para “hacer” la revolución política. Trabajo que cesó en 1930 cuando Eudocio Ravines siendo Secretario General cambia de nombre por "Partido Comunista Peruano" Y en 1939 empezaría el apoyo al mal menor, cuando apoyaron la candidatura de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945) a raíz de una directiva de la III Internacional que llamaba a la creación de frentes antifascistas durante la II Guerra Mundial.

Es necesario hacer un balance de la labor política de todos los Partidos que se dicen Comunistas (Unidad, Patria Roja) que nunca trabajaron por la alternativa de boicotear las elecciones burguesas o de participar revolucionariamente en ellas,  aplicando la táctica de utilizar el proceso electoral con fines de agitación y propaganda  clasistas. La desviación de derecha por un lado, y la desviación de izquierda de la bohemia subversiva, se han turnado en borrar el legado de Mariátegui

La realidad actual demuestra la ausencia de una organización de revolucionarios, de gente cuya profesión sea la actividad revolucionaria. La diferencia entre una organización sindical y la organización política es clara. Así como los que piensan toda la vida en fortalecer sólo el frente,  no pensarán jamás  en la necesidad de una organización  para el cambio social.

                                                                                     Domingo Suárez
                                                                                        05.05.2016

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