miércoles, 30 de noviembre de 2016

UNA NUEVA TEORÍA DE LA GRAVEDAD PODRÍA EXPLICAR LOS EFECTOS ATRIBUIDOS A LA MATERIA OSCURA



Erik Verlinde. (Foto: NWO / Arie Wapenaar)
 
La gravedad emergente (o gravedad inducida), como se conoce a la nueva teoría, predice la misma desviación exacta de los movimientos cósmicos que normalmente se explica insertando a la materia oscura en el cálculo. El profesor Erik Verlinde, un experto reconocido en la teoría de cuerdas de la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos, ha ampliado sus conclusiones previas al respecto, en un nuevo estudio hecho público recientemente.

En 2010, Erik Verlinde sorprendió al mundo con una teoría de la gravedad completamente nueva. Según él, la gravedad no es una fuerza fundamental de la naturaleza, sino un fenómeno emergente. De la misma manera que la temperatura surge del movimiento de partículas microscópicas, la gravedad emergería de los cambios en elementos de información fundamentales, almacenados en la propia estructura del espacio-tiempo.

En su estudio inicial de 2010, Verlinde mostró cómo la famosa segunda ley de Newton, que describe cómo las manzanas caen de los árboles y los satélites se mantienen en órbita, puede ser derivada de estos bloques de construcción microscópicos subyacentes. Ampliando su trabajo anterior y otro hecho por otras personas, Verlinde muestra ahora cómo entender el curioso comportamiento de las estrellas en galaxias sin tener que añadir la extraña materia oscura.

Las regiones exteriores de las galaxias, como la de nuestra propia Vía Láctea, giran mucho más rápido alrededor de su centro de lo que deberían, teniendo en cuenta solo la cantidad de materia ordinaria presente, como estrellas, planetas y gases interestelares. Algo más tiene que producir la cantidad necesaria de fuerza gravitatoria, y así fue como entró en escena la materia oscura. Esta parece dominar nuestro universo: más del 80 por ciento de toda la materia debe tener esa naturaleza oscura. Hasta la fecha, jamás se han observado las supuestas partículas de materia oscura, a pesar de los múltiples esfuerzos por detectarlas.

Según Verlinde, no existe ninguna necesidad de añadir una misteriosa partícula de materia oscura a la teoría. En su nuevo estudio, explica cómo su teoría de la gravedad predice de forma precisa las velocidades bajo las cuales las estrellas giran alrededor del centro de la Vía Láctea, así como el movimiento de las estrellas dentro de otras galaxias.

El tiempo dirá si la teoría de Verlinde es solo una ingeniosa explicación alternativa a la realidad de la materia oscura, o si, sorprendentemente, esta no existe y lo que propone el científico representa una revolución de la física tan radical como lo fueron en su día la entrada en escena de la relatividad de Einstein o la mecánica cuántica de Max Planck.


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