jueves, 5 de octubre de 2017

LAVA JATO: ESTADO DE LA CUESTIÓN






Por Gustavo Gorriti.-(*)

¿Cuánto se ha avanzado en el caso Lava Jato en Latinoamérica y Perú? Creo que el caso se encuentra algo más allá de la mitad del proceso.

Eso no significa que lo que falta por revelar tome el mismo tiempo que lo avanzado hasta ahora. Salvo que intervengan circunstancias todavía no identificadas, la velocidad de avance en el caso se incrementará. Ello porque con la mucha información que ya se tiene, lo que se consiga será más rápido e importante.

Aunque esto aplica para toda Latinoamérica, veamos en esta nota solo el caso del Perú.
Por ahora hay un ex presidente y su esposa en prisión preventiva relacionada con el caso. En mi opinión, la prisión de Ollanta Humala y Nadine Heredia es abusiva, aunque eso no signifique que no haya nada que investigar. Sí hay que investigar, y mucho. Pero la prisión preventiva estuvo mal aplicada y afecta fundamentos básicos del debido proceso. El problema ahora es cuánto dañará el abuso a la legítima investigación.

A Alejandro Toledo lo tenemos libre en Stanford y con sus abogados estadounidenses decididos a mantenerlo en libertad y en California. Estos, los abogados, tienen a su favor la torpeza con la que el gobierno intentó lograr su arresto. En la corte gringa, los abogados de Toledo, que conocen la política latinoamericana y las corruptelas partidario-judicales, argumentarán, con buena posibilidad de éxito, que si se lo extradita, no tendrá en el Perú un debido proceso sino un linchamiento leguleyo.

Josef Maiman ya se acogió a la colaboración eficaz y declarará sobre las circunstancias y los hechos de los sobornos. (Foto: Caretas)

Ese es un lado, pero hay otro que puede desequilibrarlo: La confesión de Maiman. Maiman describirá el comienzo y el final de por lo menos dos hechos importantes de corrupción en los que él y sus sociedades participaron. Si su testimonio es lo suficientemente detallado, y si el interrogatorio es mínimamente competente, Toledo no podrá escapar de la prueba de su corrupción.

Si en su confesión Maiman incluye las coimas con Camargo Correa junto con las de Odebrecht, cuenta los entresijos del proceso, describe cómo y cuando se pagó, y con qué documentos, no va a quedar gran cosa para la imaginación pero sí mucho para la evidencia.

Por su lado, Alan García publicita su presunta diferencia ética con los demás presidentes: ellos pueden haber robado, él no.

En el caso Lava Jato no se trata de discutir sino de investigar. Y hay un caso relativamente avanzado, de los varios que podrán eventualmente desarrollarse. Este es el de los tramos 1 y 2 de la Línea 1 del Metro de Lima. Hasta ahora han entrado dos camadas de denunciados: en la primera, Jorge Cuba, Edwin Luyo y otros personajes menores. En la segunda, gracias a la investigación de El País de España, el nuevo protagonista de interés es Faresh Miguel Atala, quien tuvo demostrable cercanía con García y con Nava.

El examen de la secuencia de hechos en la operación de la línea de Metro, (tal como ha expuesto Romina Mella en la primera de lo que serán dos entregas sobre el tema) indica que Cuba solo pudo intervenir gracias a la orden de alguien con mucho más autoridad que un viceministro de Comunicaciones metido a definir asuntos de Transportes. No es en absoluto creíble que un funcionario del rango de Cuba hubiera podido imponerle nada a Barata (y mucho menos en un ámbito que no era de su competencia) cuando este tenía acceso directo y frecuente al entonces presidente de la República.


Julio 2011. El Presidente Alan García junto al ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, y al superintendente de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, en la inauguración del Tramo 1 de la Línea 1 del Metro de Lima. (Foto: El Comercio)

Hay otro aspecto importante: IDL-Reporteros ha podido establecer que el promedio del dinero que Odebrecht (y las empresas de Lava Jato) destinaban a las coimas, era del 3% de lo contratado. Rosa Laura y Hernán P. Floríndez, de IDL-Reporteros, lo confirmaron sobre la base de hechos investigados, confesados y sancionados en Brasil y también en el Perú. Sin embargo, lo que hasta ahora se ha revelado sobre las coimas del Metro asciende solo al 0.82% de lo contratado. Hay un 2.2% adicional que cuando se encuentre contará mucho más que el mero porcentaje.

Está claro que el ex-superintendente, Jorge Barata omitió varias cosas en su delación premiada. Omitir no es igual a mentir, si es que no se le preguntó en forma clara, aunque también hay contradicciones en sus confesiones, que IDL-R mostrará en estos días. En cuanto ello quede patente, el paso siguiente, que deberán dar los fiscales brasileños en coordinación con fiscales peruanos competentes y decididos, es volverlo a interrogar para que explique y confiese lo que omitió decir en su confesión previa. Faltan todavía, entonces, en el caso de la línea del Metro algunas estaciones más por recorrer antes de cuadrar bien las cuentas de la cutra, los nombres de sus responsables y llegar a la verdad. Y recuérdese que hay varios otros casos aparte del Metro.

"Está claro que Jorge Barata omitió hechos importantes en su delación premiada. Omitir no es igual a mentir, si no se le preguntó en forma clara; aunque también hay contradicciones en lo que confiesa".

La investigación de El País sobre la Banca Privada de Andorra ha unido en forma extraña a los sobornados del Apra con otra figura ajena a ella: Gabriel Prado, colaborador cercano de Susana Villarán antes de su elección a la alcaldía metropolitana y durante su administración también. Lo extraño es que la cuenta de Prado apenas parece haber tenido plata. Eso debe tener una explicación, así que habrá que investigar para encontrarla.

El otro día, en su columna, Aldo Mariátegui me instó a hacerlo, sin resentirme  porque me recordara que Gabriel Prado trabajó conmigo en el área de seguridad ciudadana de IDL. ¿Por qué me iba a picar? Por supuesto que IDL-Reporteros va a publicar lo que ya tiene investigado sobre Odebrecht y otras compañías brasileñas durante la gestión de Villarán. No hay que darle ninguna vuelta. Hay que investigar y se investiga.


Informe de la Policía de Andorra sobre los presuntos sobornos de Odebrecht a altos funcionarios de Perú, en el que se encuentra el nombre de “Gabriel Parado Ramos”. (Fuente: El País, de España)

Lo que sí espero es que Aldo, preocupado por el asunto de Odebrecht desde hace ya un tiempo, mantenga actitud pareja a la que dedica a la izquierda cuando la evidencia de cutra toque a los políticos de derecha, especialmente a los fujimoristas.

Solo en el caso de las presuntas contribuciones de Odebrecht a la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011, ya hay contradicciones por resolver.  Keiko Fujimori ha afirmado enfáticamente que no recibió ninguna contribución de Odebrecht para su campaña. Cuando escribí el artículo “La nota misteriosa” le hice directamente la pregunta a través de su encargado de comunicaciones, Víctor Medina y me respondió que “nunca ha recibido nada” de Odebrecht.

Pero Marcelo Odebrecht afirmó todo lo contrario. En su declaración en Curitiba el 15 de mayo, no solo dijo que le indicó a Barata que le diera más a Keiko (es decir, más de los tres millones que iba a entregar a Humala), sino que luego, en ese mismo interrogatorio,  agregó que estaba seguro que se había apoyado con dinero a Keiko Fujimori. Además está la anotación en su celular de darle “500 más a Keiko”. ¿500 más sobre qué suma previa?

Así que el nuevo fiscal a cargo del caso, José Domingo Pérez, deberá interrogar a Barata de nuevo.


José Pérez Gómez, titular de la Segunda Fiscalía Corporativa de Lavado de Activos, investigará ahora a Keiko Fujimori por el caso Lava Jato. (Foto: La República)

Este, sin duda, sabe cuánto se le habría dado a Keiko Fujimori. Pero también debe interrogar de nuevo a Marcelo Odebrecht y a Luiz Mameri para precisar bajo qué nombre de proyecto o seudónimo de persona se ordenó al sector de operaciones estructuradas proceder con los pagos.

Si los interrogatorios se hacen bien, emergerá un conjunto de nuevos conocimientos que imprimirá mucha mayor velocidad a la investigación, incluyendo las confesiones, persuadidas o  presionadas, de las otras compañías.

Antes que el escándalo que sin duda será, grande y prolongado, Lava Jato representa una oportunidad hermosa: la de reformar nuestra sociedad, hacerla más honesta, más clara y racionalmente ética.

Imaginen cuánto mejor podríamos crecer, con cuánta mayor justicia podríamos gobernar. Con qué satisfacción de alma podríamos llegar a los dos siglos de nuestra República sabiendo que al fin la hemos encontrado.

(*) Reproducción de la columna ‘Las palabras’ publicada en la edición la 2508 de la revista ‘Caretas’. 

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