lunes, 22 de febrero de 2010

El Perú necesita Quijotes





Cervantes en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha nos entrega la perfecta fusión de ilusión y realidad. En su obra, el legendario Jinete de la Mancha carecería de brío sin la célebre figura de Sancho, el hombre práctico. Sus principales personajes se complementan como las dos caras de una moneda. Así como la vitalidad de la inmortal obra del Manco de Lepanto brota de la complementariedad y dependencia de Don Quijote y su fiel escudero Sancho. Así un programa prospectivo es el complemento necesario del programa reivindicativo. Sin un programa del futuro, la energía social liberada se diluye en una nueva cara del viejo orden. Sin un programa del presente, la revolución social es simplemente una quimera, sueños de opio sin un ápice de realismo. Por eso, la organización de la clase operaria responde a necesidades inmediatas (sanchopancescas) y necesidades mediatas (quijotescas). Los programas que triunfan, como la vida misma son cambiantes, no se construyen sobre caprichos sino sobre realidades, se edifican sobre tendencias de clase.
El Perú no puede sustraerse de ser una parcela más del mercado mundial. Los productos materiales o espirituales se ofertan al mejor precio en un mercado formal o informal. Quiérase o no el eje de la vida socio-económica es el mercado. El mercado, en la perspectiva histórica, en su dinámica interna, crea increscendo la oferta para una demanda que tiende al colapso. Colapso que anuncia y prepara una incontenible tormenta social. Actualmente, hay demasiados bienes persiguiendo pocos compradores; demasiado dinero a la busca de pocas inversiones lucrativas; demasiados obreros tras la búsqueda de pocos puestos de trabajo; demasiados bancos persiguiendo a los pocos ahorristas y depositantes empobrecidos; en fin, demasiadas mercancías para millones de "potenciales" compradores. Un nuevo negocio aparece y al toque se multiplican los replicadores. Sobran los repetidores, abundan los copistas, fusilar es un oficio sencillo pero que daña en su abundancia. En el mundo sobran Sanchos cuando se necesita Quijotes. Hacen falta más molinos de viento, hace falta imaginación mucha imaginación, para salir de la ciénaga del capitalismo. Todavía estamos descubriendo las genialidades del autor de los 7 Ensayos. Al Perú actual le hacen falta hombres PRÁCTICOS como Mariátegui, Caro Ríos, le hacen falta muchos Quijotes armados del método marxista.
Edgar Bolaños Marín
19 Febrero 2010

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