miércoles, 5 de enero de 2011

Balance Elecciones Municipales

ELECCIONES MUNICIPALES 2010-PERSPECTIVAS

Las elecciones municipales de este año es tal vez la primera en demostrar la madurez a que va llegando los vecinos en todos los rincones del país respecto a la importancia de primer orden que tiene el poder del Municipio como poder del pueblo pueblo.

Obviando los actuales candidatos que le han servido como marco para la asimilación y desarrollo del punto de vista de que hay que partir de los municipios para la organización y dirección de las masas hacia la liberación de las fuerzas productivas, hoy por hoy el trabajo municipal se impone como una necesidad matemática para la participación en la lucha por el Cambio Social.

A la luz de lo sucedido en la actual contienda electoral, apreciamos como las clases dominantes a través del Estado impone su política del engaño desplegando sus programas de asistencialismo social (promeserismo) que sirve a la paz o conciliación de las clases sociales opuestas. Sus analistas más conspicuos que se manifiestan a través de las encuestadoras marqueteadas señalan que “el elector no prefiere ya a aquellos partidos o movimientos ideologizados, sino sus preferencias son para el candidato práctico, que hace obras, y que en muchos distritos han sido reelegidos, precisamente por haber actuado en ese sentido”. Señalan en confirmación de su anterior observación que “en estas elecciones se ha asistido al sepelio de los tres grandes partidos del Perú: Apra, Partido Popular Cristiano, Partido Acción Popular”.

Por supuesto, no se está en contra de esas obras que de algún modo han corregido las deficiencias del ornato publico del vecindario, pero esta temporal corrección disimula mejor que otro, su orientación ideológica asistencialista; la confirma y no le quita un ápice a la naturaleza real que tiene hoy un Distrito Burocrático que el sistema dominante caduco confunde con Municipio.

Hay que señalar también que estos programas de asistencialismo social que por un lado denuncia la cobardía y caducidad de las clases dominantes, es muy acogida por el estamento social medio que en toda contienda electoral ofrece un nutrido electorado. Pruebas al canto. El actual Presidente de la República en uno de sus muchos discursos se regocijaba de su hallazgo y sostén social señalando que “evitando que las clases medias en el país, que es numerosa, sufran los rigores de la crisis, se está garantizando la estabilidad social en el país”. Recordaba así el revolucionarismo pequeño burgués de su partido que es muy útil a las clases dominantes. Lo mismo decía la cabeza del Partido Popular Cristiano, la Dra. Lourdes Flores, quien descubría que “La clase media, esa clase que trabaja. No sufre la carencia de pan, pero tampoco le sobra nada. Es una clase austera. Y es a ella a la que hay que evitar que descienda”. Hablaba, pues, de la base social que tiene su partido y en la cual se sostiene el sistema dominante.

Se puede sacar alguna conclusión de estas versiones. Digamos que las clases dominantes guardan grandes esperanzas que las “clases medias” (carecen de ideología) como la llaman, están expeditas para llegado la hora le saquen las manos del fuego. Es su base social. Y su interés porque no “descienda más abajo”, es decir, a su pauperización, le lleva a agitarla eficazmente para sacarle todo el provecho a su espíritu conservador, reaccionario. La alianza obrero- campesino con carácter netamente clasista, en su lucha por el Cambio Social, tiene razones fundadas para no dejar de ganar a ese sector social medio para sus objetivos, o en todo caso, neutralizarlas que, como podemos apreciar, son fuerzas de reserva en la que las clases dominantes se apoyan siempre. ¿La izquierda democrática acaso no es el más claro ejemplo ayer como hoy?



El interés de clase que dicta a las clases dominantes a utilizar el sufragio como un medio de engaño al pueblo con la envoltura de las promesas y su candidato de turno para uso de su democracia de las oposiciones toleradas entre explotadores y opresores del pueblo. El proletariado peruano propone su propio Programa Reivindicativo permanente, cuyo movimiento social es propio de nueva democracia que en los hechos convierte al sufragio en un medio de emancipación de todo el pueblo trabajador.

Si alguna lección valedera nos brinda ésta como las anteriores elecciones municipales, es que hace ver con claridad las dos orillas en la lucha de clases actuales. Por un lado, las clases dominantes y su Distrito burocrático inflado de asistencialismo social hacia los más pobres que envejece y degenera como sus candidatos y planes de gobierno; por otro lado, el Proletariado peruano y la reivindicación del Trabajo. El Nuevo Municipio comprendido como un órgano de producción, de célula económica, cuyo Programa Reivindicativo que enarbola hoy: el Derecho al Trabajo Emancipado, el Derecho a la Vida Digna, el Derecho al Cambio Social, no es para uso de oposiciones toleradas, sino para uso de una nueva democracia participativa, cuya agitación y propaganda en las actuales condiciones planteadas por la lucha de clases en nuestro país no hará sino demostrar realistamente el uso del termómetro de sufragio como instrumento de emancipación. Su Programa Reivindicativo permanente no es sino la expresión de su lucha profunda por la liberación de las fuerzas productivas, por la dirección de la producción y es por esto que está muy lejos históricamente de proponer o elegir candidatos promeseros, por no llamarlos corruptos como especímenes de las últimas horas del hundimiento de una clase dominante parasitaria y sus aliados del socialismo domesticado que comparten el poder del Estado caduco con la propuesta de “gobiernos democráticos, populares”.

Si el capitalismo ha dejado de coincidir con el progreso en el plano material; en el plano ideologico-politico, la democracia capitalista o vieja democracia de sus viejos partidos políticos, también han dejado de coincidir con el progreso de ideas renovadoras. Por eso, no es nada casual que asistamos a la crisis de sus partidos que siguen el mismo rumbo de la declinación de la civilización capitalista. La lucha social vive una nueva época: la época SOCIALISTA. Es la época de la liberación de las fuerzas productiva. Es la época de la lucha por la dirección de la producción. Y como es lógico, estas condiciones concretas de una nueva civilización de trabajadores, propone, como lo señalara la clarividencia del Amauta JCM, el Socialismo Peruano, la creación del “primer gran partido de masas e ideas de toda nuestra historia republicana”. Es notorio que la lucha ahora se da dentro del seno del socialismo.

DEBER SOCIAL

Proseguir con el trabajo de hormiga, vecindario, barrio, municipio en este proceso ¿puede concebirse el termómetro del sufragio al margen de un Programa? ¿Un Programa al margen de un trabajo según plan? ¿Un trabajo según plan al margen de una mínima organización como base definida de un Frente? el Programa, del cual se habla y poco se entiende, y sobre todo, como poderosa arma material apenas prenda en las masas, no puede estar ausente de un balance del Socialismo Peruano y Participación electoral.

HFD.04.10.10

1 comentario:

2M dijo...

Supongo que usted votará por Fuerza Social .. o no ?