miércoles, 19 de octubre de 2011

DISOLUCIÓN - DILUCIÓN


La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen mal
sino por las personas que se apoltronan a ver lo que pasa.

JOSÉ BERNARDI ARANIBAR
Pepino El Grande
Tacna - 19.09.11 – Perú

En la geografía patria hay 1838 distritos (municipios) Son la base de la organización territorial. Hay unos con poca densidad demográfica y otros con alta densidad. ¿Sigue siendo el Callao el distrito de mayor densidad? Son datos que debe manejar el Socialismo Peruano organizado.

De los más de 25 millones de habitantes (alrededor de 5 millones de familias), más del 60% forman la población económicamente activa en el Norte, Centro, Sur; en Costa, Andes, Amazonia. ¿Cuál es el porcentaje de campesinos (comuneros, yanaconas, parcelarios), de obreros agrícolas? ¿Cuál es el porcentaje de obreros en la industria extractiva, minería, industria pesada, industria ligera? ¿Cuál es el porcentaje en servicios (magisterio, empleados, independientes? ¿Cuál es el porcentaje de desempleo, subempleo empleo precario? Son datos que debe manejar el Socialismo Peruano organizado.

El censo electoral consta de cerca de 20 millones de electores, que ahora van regularmente a las urnas para las elecciones primarias y presidenciales. ¿Están organizados regularmente o transitoriamente son enrolados para los comicios? ¿Cuántas y cuáles son las organizaciones político-electorales a nivel nacional, regional, provincial, distrital? Son datos que debe manejar el Socialismo Peruano organizado.

Esta introducción nos lleva a la cuestión central de nuestra realidad actual. ¿Tiene presencia algún grupo del Socialismo Peruano en la lucha laboral, en la lucha electoral? Algún grupo sindical reivindicativo, algún grupo político electoral ¿se guía por la teoría y práctica del Socialismo Peruano? Entonces, ¡es tiempo de preparar la organización!

Evidentemente hay grupos y grupos del Socialismo Peruano y posiblemente a lo largo y ancho del país, sea a nivel regional, provincial, distrital. Para ellos la literatura nacional e internacional usa términos como tendencias y grupos, corrientes y fuerzas, matices y organizaciones. Parten del deseo de luchar “contra el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes” Y la experiencia propia con que comienzan el lustro presente señala a todos por igual que solos nada pueden pero juntos bien pueden.

Pero ¿cómo lograr esta unidad en la acción? Pues, partiendo cada cual de dos premisas básicas. En primer lugar del deseo común de luchar, y en segundo lugar aportando cada cual su propia experiencia y capacitación. Es el problema de sinergia y es el problema de sintagma, donde desde sus orígenes el Socialismo Peruano tiene experiencia propia.

Para el problema de sinergia (= cooperación), se reconoce que la organización decuplica las fuerzas, que el todo es mayor que la suma de sus partes, que la acción conjunta logra un resultado mayor. Bien sabemos que los millones de hombres “mientras no son sino una masa inorgánica, una muchedumbre dispersa, son incapaces de decidir su rumbo histórico”

Para el problema de sintagma (= coordinación), se reconoce que en toda agrupación ordenada siempre hay un núcleo central aceptado, reconocido, que involucra al conjunto, y le da sus características. Entre afines se trata de continuar la lucha contra el enemigo común y no, cambiando el objetivo central, de suplantar, desplazar, relegar uno a otro. Y todo grupo que propicia la unidad parte consciente, subconsciente, inconscientemente de que “los mejores prevalecen cuando saben ser verdaderamente los mejores”

Todo grupo actualmente existente del Socialismo Peruano tiene o debe tener siempre presente que: “Las condiciones subjetivas de cada país, es decir, el factor conciencia, organización, dirección, pueden acelerar o retrasar la revolución según su mayor o menor grado de desarrollo, pero tarde o temprano en cada época histórica, cuando las condiciones objetivas maduran, la conciencia se adquiere, la organización se logra, la dirección surge y la revolución se produce” (Segunda Declaración de la Habana) Los grupos que ahora expresan la voluntad del Socialismo Peruano están conformados por Activistas que son muy diferentes a aquellas “personas que se apoltronan a ver lo que pasa”, como bien lo señalaba un Activista sureño que toda su vida dio ejemplo de luchador tenaz, pues jamás fue espectador pasivo.

Para lograr la sinergia y el sintagma, el Socialismo Peruano está ante el dilema de disolución de los grupos actualmente existentes o de dilución en una agrupación mayor.

Disolución y dilución son términos usados en la vida común pero poco en la vida política. En pocas palabras, disolución significa desintegración. El entusiasmo inicial llega a su tope, y al recibir más insolidaridad que solidaridad los grupos se estancan, se agotan, se desintegran y sus miembros dedican su tiempo sólo a actividad laboral de sobrevivencia. Y “se apoltronan a ver lo que pasa” Terminan en su mayoría como resentidos sociales.

Después de tenaces luchas, el Socialismo Peruano ha pasado el centro de gravedad de su actividad, de la crítica de ideas a la preparación de la organización. Prueba evidente son las actuales reuniones (Foros, Seminarios, otras) que en sus Temarios tienen dos características básicas: debatir principalmente nuestra realidad actual (dejando atrás discusiones bizantinas como marxismo-leninismo, marxismo-leninismo-maoísmo, otras), y plantearse como corolario cuál debe ser la organización del Socialismo Peruano a nivel nacional. Si ahora se disolvieran los grupos, ¿cuál sería el panorama actual? Ya que no hay organización a nivel nacional, ¿sería volver a la crítica de ideas y a la antigua? La política, como la naturaleza, tiene horror al vacío. ¿Dejará el Socialismo Peruano que este vacío sea ocupado por organizaciones que aparecen y desaparecen para cada período electoral?

Dilución significa integración en una nueva entidad. Un grupo a nivel municipal llega a la conclusión que su esfuerzo es estéril mientras no se relaciona con la actividad de otros grupos. Un grupo a nivel urbano llega a la conclusión que más no puede dar por muy capacitado que esté en su actividad, porque no logra eco ni receptividad mayor fuera de su radio urbano. Se comprende que el entusiasmo inicial, para continuar debe salir de sus propios límites y propiciar continuar la lucha en un nuevo nivel. La integración en este nuevo nivel se torna imperiosa necesidad de unos y otros. Sólo se requiere la invitación a debatir este tema para acudir prestos y analizar esta nueva perspectiva.

Es lo que está ocurriendo ahora. Y no es casual que afloren nuevamente contradicciones rezagadas. Hace tres años se señaló que “Los documentos, proyectos, propuestas pueden ser hasta malos, pero peor es no tenerlos” ¿Hay nuevos documentos centrales, nuevos proyectos, nuevas propuestas? Por eso la realidad actual tiene dos características básicas: ahora se debate con el Socialismo Peruano como centro y se debate cómo preparar su organización nacional. Entonces, para no apoltronarse

¡AGRUPEMONOS TODOS EN LA LUCHA FINAL!
En esta nueva lucha final del Socialismo Peruano en su IV Generación.
Ragarro
19.10.11

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