viernes, 29 de mayo de 2015

EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD


  La dominación ideológica, como la opresión política, que los explotadores hacen uso, para justificar, desde los poderes del Estado, la explotación económica, la represión social sobre los explotados, se aprecia claramente, cuando la situación política se le presenta adversa, bajo el manto del respeto al “principio de autoridad”, que le da carta abierta para la represión a sangre y fuego a quienes no se avienen con el respeto al principio de autoridad, que brota de las condiciones económicas, sociales, de los intereses individuales del  explotador. 
 
  Cuando el Amauta José Carlos Mariátegui señalaba tajantemente: Capitalismo o Socialismo es el dilema actual de nuestra época, y no existe neutralidad posible, estaba  señalando a dos principios de autoridad irreconciliables: La autoridad del capitalismo, de los explotadores, hoy en crisis terminal; y la autoridad del Socialismo, de los trabajadores, hoy en resurgimiento.
 
  El principio de autoridad del gobierno temporal, determinado por la autoridad del gobierno permanente  de las clases dominantes parasitarias, no es más que el principio de autoridad de los explotadores, que no trabajan, sobre los explotados, a quienes consideran que no tienen autoridad alguna y que solo deben trabajar y obedecer pasiva y calladamente.  Es ese principio de autoridad, cuyo sustento material, está en la propiedad privada sobre los medios de producción. Anarquía en la producción. Lucro, despilfarro y corrupción, como el ideal de sus intereses individuales. Conservados y defendidos por el principio de autoridad de papel: el Derecho individual burgués, administrado a través de la Constitución y las leyes, dirigidas todas, estrictamente, a la conservación y control de las condiciones de explotación y opresión de las masas trabajadoras. En pocas palabras, es el principio de autoridad del enemigo común del pueblo peruano:”el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes”. Contra este enemigo común, lo sepa o no lo sepa, es la lucha del pueblo trabajador peruano, a lo largo y ancho del país. Es ese enemigo común, cuyas instituciones, injusticias y crímenes, el que empuja a que los trabajadores peruanos crean sus propias organizaciones participativas para defender sus reivindicaciones inmediatas, de donde surge o se pone de pie, el Principio de autoridad del Trabajo Emancipado, cuya sustento material es de interés social, colectivo, planificado. Por eso, la convocatoria concreta del más alto principio de autoridad humano, de palpitante actualidad de las masas trabajadoras y el pueblo todo, es la lucha reivindicativa de: TRABAJO - EDUCACION - SALUD
 
  El resurgimiento de esta nueva realidad,  es la suma hasta al presente, de los innumerables episodios heroicos, anónimos, de las luchas generacionales del pueblo trabajador peruano, que a lo largo de estos casi doscientos años de vida republicana, han tenido que afrontar contra el poder de esa clase dominante caduca y corrupta,  principal sostén del capitalismo marginal que hunde al Perú, especializándolo solo a ser depósito de materias primas y mercado para los productos  e inversiones de capitales, al servicio de los intereses del capital transnacional extranjero. Hoy, esto esta mas claro que el agua cristalina.
 
  Si de principio de autoridad se clama, primero aclaremos de qué principio de  autoridad se trata, pues éste tiene su sello de clase. En el capitalismo, el principio de autoridad es de la burguesía; en la lucha por el Socialismo o la construcción del Socialismo, el principio de autoridad es proletario.
 
  Entonces, en las luchas sociales de hoy, podemos encontrarla configuradas como: si se trata de los explotadores(minoría-vieja democracia), entonces hay que combatirlo sin ningún miramiento, pues se trata del principio de autoridad del enemigo común, negativo, destructivo;  si se trata de los principios de autoridad de las reivindicaciones de los explotados(mayoría-nueva democracia), entonces hay que poner el hombro, pues es el rumbo común, solidario, de la afirmación de un Perú nuevo en el mundo nuevo, cuya tarea central en nuestros días, es : LA PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL. Y como dijera Cesar Vallejo, “ya viene el día, ponte el alma”.
 
HFD.
28.05.15

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