miércoles, 31 de agosto de 2016

PRESUPUESTO POLÍTICO




Escribe: Milcíades Ruiz

El Presupuesto General de la República revela en gran medida la naturaleza política de todo gobierno porque detalla las preferencias y la concepción de desarrollo nacional que manejan los que lo formulan (MEF) siguiendo o no, la ideología de los gobernantes. A partir de 1990, tras el desastre económico del primer gobierno aprista el Fondo Monetario Internacional- FMI, ofreció su ayuda financiera para salir de la crisis bajo la condición de que el gobierno siga disciplinadamente sus recetas económicas, no pudiendo tomar decisiones económicas sin su aprobación

A partir de entonces el neoliberalismo se posesionó del MEF convirtiéndolo en un superministerio por encima de los demás. Es el que maneja la economía por encima del Presidente de la república y maneja el presupuesto como una sucursal del FMI. Puede darle algunos gustitos al presidente para que haga sus programas menudos pero la plata la manejan los burócratas neoliberales del MEF siguiendo las pautas políticas del FMI. Si algún ministerio, gobierno regional y local quiere hacer obras, se lo tiene que pedir al MEF con ruegos de atención. Nada se puede hacer si el MEF se opone. 


Como se recordará, en el gobierno anterior el ex presidente del Consejo de ministros César Villanueva creyó estar por encima de su ministro de economía y fue obligado a retirarse con el rabo entre las piernas por atreverse a opinar al margen del MEF. Su poder es supremo y es el que decide las prioridades gubernamentales, cuánto para cada sector y para qué. El MEF está por encima de la Constitución pues aunque esta ordene dar trato preferencial al agro, hacen caso omiso de este mandato (Artículo 88°.- Régimen Agrario El Estado apoya preferentemente el desarrollo agrario).

Este gobierno empieza ofreciendo hasta lo ilógico y el gabinete ministerial hizo su presentación con bombos y platillos dándole en la yema del gusto a la derecha parlamentaria para obtener su aprobación. La expectativa por esta presentación fue inmensa, con una cobertura total de la prensa, comentaristas e infinidad de artículos analistas. Sin embargo, tal espectáculo de coristas bailarinas de cancán fue solo para la diversión política porque lo que vale realmente es el proyecto de presupuesto que se aprobará por ley.

Allí estarán definidas las verdaderas intenciones de este gobierno, pero este asunto pasará desapercibido para el pueblo y quizá nadie lo comente como sucede todos los años. ¿Por qué la aprobación del presupuesto no tiene la misma o más cobertura mediática que la presentación del gabinete? Es nuestra plata la que se distribuye pero nadie dice nada. ¿Por qué el pueblo es indiferente si con el presupuesto público se decide nuestro destino en gran parte? Tratamos de administrar de la mejor manera los ingresos del hogar mirando el futuro de nuestros hijos pero lo que hacemos a nivel familiar lo hace el Estado (MEF) con 32 millones de peruanos.

Entonces, si los ingresos del gobierno son a costa nuestra, que pagamos impuestos además de otras contribuciones y ese dinero pertenece a toda la nación, no hay razón para desatendernos de su uso pues de ello depende la suerte de todos los peruanos y el futuro de las nuevas generaciones. El futuro nacional no depende de las promesas políticas sino del presupuesto y de la manera como se maneja las cuentas públicas incluyendo el valor de nuestra moneda. Pero ocurre que nuestro pueblo ni siquiera se entera de nada respecto al presupuesto. Los neoliberales deciden sin importarles los dramas sociales. 

¿Y cuantos en la izquierda conocen y manejan esta información? El uso de los fondos públicos nos afecta considerablemente pero nadie reclama y con ello favorece los malos manejos, la corrupción y los negociados de quienes lucran saqueando los recursos estatales. Declaramos estar contra la corrupción pero son solo palabras porque nadie vigila y nuestra plata se la llevan los corruptos en maletas, en carretillas, inflando costos, sobrevaluando obras, presupuestando proyectos antojadizos. No hay plata para ayudar a la población rural pero sí, para elefantes blancos. ¿Por qué será?

Si tenemos que decidir sobre nuestro presupuesto familiar fijamos prioridades cubriendo primero nuestra alimentación, gastos escolares, salud, vivienda, servicios de luz, agua, teléfono, vestimenta y si nos sobra dinero ahorramos para un negocio, para un vehículo o para una casa propia. Pero si lo despilfarramos en diversiones, alcohol y vanidades estamos poniendo en riesgo el futuro familiar y nuestra vejez. Entonces tenemos que pensarlo bien y tomar decisiones sabiendo que las privaciones de hoy serán nuestra salvación en el mañana.

Esta misma lógica vale para los gobernantes que tiene que administrar el dinero estatal a fin de dar mejores condiciones de vida a millones de peruanos. Lo ideal es que se haga una distribución equitativa compensando desigualdades, pero si no se maneja bien nuestros ingresos, el gobierno podría llevarnos a la ruina o beneficiar solo a unos cuantos en perjuicio de las mayorías cometiendo claras injusticias. Entonces se presentan casos como los siguientes:

El gobernante tiene que decidir por ejemplo, si al país le conviene destinar más recursos en producir alimentos o en gastos militares. En el primer caso es una inversión de apoyo a la agricultura que a los seis meses devolverá el capital más la rentabilidad. En el segundo caso es un gasto neto en gran parte no durable como el consumo de proyectiles, combustible, uniformes, etc. Pregunto: ¿A cuál de los dos ramos deberíamos asignar mayor presupuesto? 

Por su puesto que las compras militares y policiales se prestan a muchas sospechas. Pero también sucede con la promoción de obras de infraestructura para beneplácito de las constructoras. Se justifican construcciones elevadas como una necesidad perentoria pensando en los “diezmos” y se programan prioritariamente aunque la población rural padezca de anemia y desnutrición. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo que indica el siguiente gráfico:


Fuente: “Trazos para una República Equitativa”- M Ruiz

El gráfico nos muestra que a mayores gastos militares y policiales quedan menores recursos presupuestales para destinarlos al desarrollo nacional. Pero podemos ser más explicativos utilizando las coordenadas cartesianas (eje de abscisas/horizontal y eje de ordenadas/vertical), que nos ilustran sobre lo que podría pasar según las prioridades en el manejo presupuestal.
En el punto A, el país crece y el presupuesto nacional cubre sus gastos con equilibrio presupuestal sin déficit (3/3=0 déficit). En el punto B, el país no crece pero sus necesidades se han duplicado teniendo un déficit presupuestal de 3/6= 50%, mientras que en el punto C el país decrece, tiene muy bajo presupuesto y no cubre sus necesidades, las mismas que se han incrementado. Se gasta por encima de los ingresos y se recurre a las deudas. Los males sociales se multiplican. 

Este mismo gráfico nos sirve para visualizar una situación con respecto a gasto militares y policiales versus producción de alimentos. En el punto A, los gastos militares y policiales están en equilibrio guardando una proporción con el gasto en la producción de alimentos. 

En el punto B, el presupuesto destinado a la producción de alimentos se mantiene igual pero se han duplicado sus gastos militares y policiales, ocasionando un desbalance del 50%, en tanto que en el punto C, por razones represivas, se ha extremado el presupuesto militar policial teniéndose que reducir el presupuesto para la producción de alimentos a un nivel muy bajo, lo que ocasiona hambre y pobreza extrema, aumenta la delincuencia y arrecian las protestas, teniendo que recurrirse a una espiral de mayores presupuestos represivos. 

Aunque los ejemplos son simplistas por razones didácticas, por lo menos nos dicen que, un diseño presupuestal equivocado y un mal manejo de la caja fiscal pueden traer malas consecuencias para la sostenibilidad del país y desgracias para los más indefensos.

Pero así como estos criterios, hay muchos otros como por ejemplo ¿A qué región asignarle más recursos entre la costa, sierra y selva? ¿A qué criterio responde el hecho de hacer grandes irrigaciones solo en la costa? ¿Con qué criterio los neoliberales del MEF hacen el presupuesto general dela república? ¿No les parece que este asunto merece el debate nacional abierto y no a espaldas del pueblo? El proyecto de presupuesto 2017 ya está en el Parlamento y los congresistas del frente Amplio bien podrían darlo a conocer y ponerse a debate por lo menos entre sus partidarios.

Para el 2016, el presupuesto ascendió a S/ 138,491 millones, aumentando en 6,6% respecto al 2015 y un 57% más respecto a los inicios del gobierno de Humala. Los presupuestos vienen aumentando cada año como se muestra en el siguiente gráfico pero si el país no crece al mismo ritmo, lo que tenemos es déficit fiscal que se agranda cada año.
 Queda por ver si el proyecto de presupuesto neoliberal para el 2017, tendrá el mismo molde de la administración cesante aunque las cantidades varíen según las prioridades del nuevo gobierno en saneamiento, educación, salud, seguridad ciudadana. El nuevo titular del MEF desconfía de algunos burócratas que proceden de la administración anterior pero repite constantemente la consigna del FMI de que es necesario reformas estructurales que no son contra los ricos sino contra los trabajadores. Queda ratificado así. que la nueva administración no cuestiona el modelo neoliberal vigente y que solo se trata de un cambio de estilo (como ya estaba previsto).

Por lo pronto el Parlamento derechista ya ha dado su aprobación unánime para continuar con los déficits presupuestales hasta el 2021 pero habrá que ver si la Comisión de Presupuesto en manos fujimoristas cuestiona o no, el proyecto de presupuesto 2021. Podría ser que no dejen pasar lo que favorece políticamente al Ejecutivo y exigir cambios que favorezcan políticamente al fujimorismo. O quizá, compartan intereses como derecha única. Veremos. Entre tanto, continuaré dando a conocer en próxima entrega, algunos detalles del presupuesto vigente.

Agosto 2021

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